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PENÍNSULA DE YUCATÁN II - EL LEGADO MAYA


  La Península de Yucatán, donde la naturaleza se entretuvo creando caprichosos recovecos y abundantes selvas, fue también sede de una de las civilizaciones más sofisticadas que puede registrar la historia, los mayas. Grandes observadores de los astros y su relación con los ciclos de la tierra, arquitectos detallados, matemáticos rigurosos, artistas exquisitos, los mayas impregnan de su mística sabiduría al sureste de México que abarca los estados de Yucatán, Campeche, Quintana Roo, Tabasco y Chiapas.


  En el pasado, los mayas edificaron elevados templos, cuyas fachadas mostraban los rostros de sus dioses. Bajo su tutela construyeron armoniosas ciudades que contaron con sistemas para conservar el agua de lluvia y hasta para evitar inundaciones. Descifraron secretos de la agricultura y también de las ciencias exactas. Desarrollaron con gran precisión calendarios para regir el día a día, sus periodos de siembra y hasta sus encuentros bélicos. 

Chichén Itza

  Fueron los mayas quienes establecieron las primeras ciudades en la península, aunque posiblemente haya habido habitantes y poblamientos previos que parecen demostrarse con descubrimientos paleontológicos (Lol-Tun) relativamente recientes. Aunque no hay datos certeros sobre la fecha, se cree que los primeros asentamientos en la península de Yucatán datan de 500 a 300 años a.C.

 

  Estos primeros mayas bajaron del Petén, para instalarse en la región suroriental de la península en la zona de Bacalar, Quintana Roo hacia el año 250 d.C. Fueron los chanes, pueblo o tribu maya que antecedió a los itzáes, quienes más tarde, hacia el año 525 d.C. comenzaron a moverse hacia el oriente de la península, fundando Chichén Itzá, Izamal, Motul, Ek Balam, T'Hó (Ichcaanzihó), hoy la Ciudad de Mérida y Champotón.

 

Uxmal

  Más adelante, hubo otros grandes centros urbanos mayas en Yucatán, aunque cada ciudad tenía autogobierno y fuerza militar (con similar organización a las polis griegas). En la península las tres ciudades principales fueron, Chichén Itzá, Uxmal y Mayapán. Éstas formaron la Liga de Mayapán que era una especie de confederación para tener apoyo mutuo en cuanto a comercio y defensa de sus fronteras. El poder desarrollado por la Triple Alianza duró poco, pues Hunac Ceel Cauich, señor de Mayapán, peleó y derrotó a Chac Xib Chac de Chichén-Itzá, huyendo estos últimos y estableciéndose posteriormente en el lago Petén-Itzá, al norte de Guatemala.


Mayapán
  A la llegada de los españoles, la península se encontraba en crisis; no obstante la conquista fue difícil pero se consumó y se crearon encomiendas. Estas no prosperaron y la región quedó en el abandono, provocando que la zona costera, desde Honduras a Bahía de la Ascensión, se convierta en refugio de piratas ingleses que asolaban los centros de acopio de españoles. 

 

  La independencia cambió muy poco las cosas y la tradición rebelde de los mayas dio origen en 1847 a la Guerra de Castas. Después de varias divisiones de la península, en 1902 se crea el territorio de Quintana Roo, con su extensión actual. Las inhóspitas condiciones del territorio que ocupa Quintana Roo no fueron propicias para el desarrollo de grandes centros de población. No obstante, a la llegada de los españoles la región se hallaba considerablemente poblada. Con la Colonia sobrevino una desolación y sólo Baccalar permaneció como centro de relativa importancia. 

 

  El territorio fue abandonado y se mantuvo inalterado durante los siguientes tres siglos. La explotación de la madera y la extracción del chicle a principios del siglo XX, dio lugar a un auge, sobre todo en el sur del estado. En las tres últimas décadas Quintana Roo ha experimentado un notable crecimiento de población debido a los flujos migratorios provenientes de diversos estados del país y del extranjero. 



  El mundo maya de ayer perdura en los vestigios de estas urbes como Chichén Itzá y Uxmal, en Yucatán; Tulum y Cobá, en Quintana Roo; Calakmul y la Ruta Chenes, en Campeche; Palenque y Bonampak en Chiapas, y Comalcalco en Tabasco. Al visitarlas uno puede ver los diferentes estilos de vida que exploraron los mayas y sobre todo, de su gran apego a la naturaleza y sus dioses. 

  Pero el mundo maya sigue vivo más allá de las piedras. En estas cinco entidades, también encontraremos la vitalidad de esta gran civilización. La Ruta del Cacao en Tabasco cuenta la importancia de esta semilla entre los mayas y las comunidades de Quintana Roo nos invitarán a su mesa a degustar su comida tradicional. En las ciudades coloniales de Yucatán escucharemos a sus residentes hablando en maya, así como en Chiapas descubriremos en sus rituales el sincretismo entre los mayas y los conquistadores españoles. 


DESCUBRIENDO LAS PRINCIPALES CIUDADES MAYAS

01. CHICHEN ITZA

  Conocido también como "Serpiente Emplumada", es la ciudad muerta más famosa del mundo maya ya que fue uno de los principales asentamientos de los mayas durante el período posclásico en la península de Yucatán. Se encuentra por carretera a 120 Km. al este de la ciudad de Mérida.
  La zona arqueológica de Chichén Itzá, representa una zona de gran valor histórico y cultural que fue reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1988. La pirámide de Kukulcán (y su templo), fue reconocido como una de las nuevas siete maravillas del mundo moderno, por una iniciativa privada sin el apoyo de la Unesco, pero con el reconocimiento de millones de votantes alrededor del mundo.
  La historia de Chichen Itzá se inicia en el año 550 d.C., cuando los mayas procedentes de Guatemala se asentaron cerca de los cenotes (pozos de agua) que existen en la zona. En aquellos tiempos los mayas eran conocidos como Itzaes o "hechiceros del agua", de ahí nace el nombre de la ciudad, que en español significa "Boca del Pozo de los Itzaes" o "Hogar de los Itzaes". Siglos más tarde, cerca del año 800 d.C., ellos fueron invadidos por los toltecas de Tula, un pueblo guerrero, que lejos de destruir lo conquistado, la engrandeció con soberbias estructuras. 
Las Monjas
  En el año 987 d.C. se formó la Liga de Mayapán, que fue una unión de casas sacerdotales de la península, entre las cuales se encontraban Uxmal, Mayapán y Chichén Itzá. Sin embargo esta liga fue destruida por un desacuerdo entre los caciques (Halach Uiniks) iniciando uno de ellos una declaración de guerra, Hunac Ceel, quién se proclamó Halach Uinik de Mayapán. Esto originó la ruptura con los itzáes que perdieron el conflicto, debiendo eventualmente huir en el año 1194 d.C. y refugiarse en el Petén, lugar del cual habían venido originalmente hacía casi diez siglos.
  De acuerdo con la evidencia disponible, es posible que muchas de las construcciones principales de la ciudad hayan sido destruidas hacia el final del siglo XI y reconstruidas más tarde. Se puede decir que el declive de Chichén Itzá se dio en un contexto de violencia, que condujo a la pérdida de la hegemonía en el Mayab (nombre original maya de la región de Yucatán).
  Las edificaciones de Chichén Itzá muestran un gran número de elementos arquitectónicos e iconográficos que algunos historiadores han querido llamar mexicanizados. Lo cierto es que es visible la influencia de las culturas provenientes del altiplano mexicano, y la mezcla con el estilo Puuc, proveniente de la zona alta de la península, de la arquitectura clásica maya. La presencia de estos elementos procedentes de las culturas del altiplano fueron concebidas hasta hace algunos años como producto de una migración masiva o conquista de la ciudad maya por parte de grupos toltecas. Sin embargo, estudios más recientes sugieren que pudieron haber sido la expresión cultural de un sistema político muy extendido y prestigioso durante el posclásico temprano en toda Mesoamérica.
  • PIRÁMIDE DE KUKULCÁN
  Los diversos edificios ubicados en la gran explanada de Chichén Itzá están presididos por la Pirámide de Kukulcán, en ocasiones también conocida como "el Castillo", uno de los edificios más importantes de la arquitectura maya. 
  Su diseño tiene una forma geométrica piramidal, cuenta con nueve niveles o basamentos, cuatro fachadas principales cada una con una escalinata central, y una plataforma superior rematada por un templete con cuatro accesos. La fachada principal mira hacia el norte y alberga un recinto con un cuarto anterior y otro posterior. 
  En esta construcción se rindió culto al Dios maya Kukulkán (Serpiente Emplumada), razón por la cual se pueden apreciar motivos serpentinos en la decoración arquitectónica. Se cree que Kukulcán pudiera haber sido un soberano de Chichén Itzá en el siglo X de nuestra era y quien, después de su muerte, fungiera como deidad ligada a los equinoccios de primavera y otoño.
  El Castillo ha sido interpretado como la expresión material de un calendario, ya que si se cuentan los peldaños de las 4 escaleras y la plataforma superior suman 365 que son los días del año. Los nueve cuerpos de la pirámide al ser divididos por la escalera suman 18, que son los meses del año indígena y tiene como decoración en cada fachada 52 tableros, número igual a los años que forman un siglo mesoamericano.
  Balcones de piedra envuelven cada escalera y en la base de la escalinata norte se sitúan dos grandes cabezas de serpientes emplumadas, representaciones del dios Kukulcán. Es en estas escalinatas y, principalmente en sus balcones, donde se proyectan durante el transcurso del día equinoccial (marzo y septiembre), las sombras de las aristas de las plataformas superpuestas, que integran el gran edificio, se crea así la imagen del cuerpo de la serpiente-dios, que al paso de las horas parece moverse descendiendo y rematando en la mencionada cabeza rocosa situada en la base inferior de la escalinata. Sin lugar a duda, este monumento representa un juego de luz y sombra que representa la bajada de Kukulcán a la tierra. Este evento para los mayas estaba relacionado con la agricultura, ya que su intención era simbolizar el mandato de acudir a la labor agrícola, ante la proximidad de la llegada de las lluvias, al concluir el mes de marzo en que se inicia la temporada de siembra de la milpa en la región.
  • CARACOL
  Desde su interior los astrólogos mayas observaban pacientes el movimiento de los astros, motivo por el que fue construido con fachadas, ranuras y perforaciones de observación especialmente orientadas para enfocar eventos siderales específicos. El observatorio está deliberadamente desviado de la alineación de su plataforma principal con la intención de que sus esquinas opuestas Este-Oeste apunten la salida del Sol en el solsticio de verano y la puesta del Sol en el solsticio de invierno. La plataforma principal está perfectamente alineada a la puesta de Venus en su declinación norte máxima. El basamento del observatorio apunta hacia la puesta del Sol a su paso por el zenit, y algunas de las ventanas y ranuras del Caracol apuntan hacia las estrellas.
  Los astrónomos mayas sabían a partir de sus observaciones que Venus aparece por el oeste y desaparece sobre el este a distintas horas a lo largo del año, y que le toma 584 días completar un ciclo.
  También sabían que cinco ciclos de Venus equivalían a ocho años solares. Por lo tanto Venus realiza sus apariciones en los extremos norte y sur con intervalos de ocho años.
  De los 29 eventos astronómicos posibles (eclipses, equinoccios, solsticios, etc.) que se creen eran objeto del interés de los residentes mesoamericanos de Chichén Itzá, en la estructura es posible adivinar marcas para visualizar 20 de ellos. Dado que una sección de la torre que se encuentra sobre El Caracol ha sido destruida, es posible que las otras mediciones nunca se puedan comprobar si han podido ser observadas por los mayas.
  • JUEGO DE PELOTA
  En el Popol Vuh, libro sagrado de los mayas, se relata que en los lejanos tiempos de la creación del universo, dos hermanos, Hunahpú e Ixbalanqué, representaban el lado luminoso del cosmos. Ellos debieron enfrentarse a los seres de la oscuridad en una pugna que fue resuelta mediante la práctica del juego de pelota. Ahí se dice que los hermanos divinos retaron a los dioses de la muerte y bajaron al inframundo para realizar el deporte ritual conocido en la lengua maya como pok a pok, el juego de pelota, que debía su nombre al curioso sonido que producía la pelota contra los pisos y las paredes de las canchas, o cuando los jugadores la golpeaban con sus antebrazos o sus caderas, según el tipo de juego.
  El argumento del juego de pelota consiste en que los integrantes del equipo luminoso golpearán una pesada pelota de caucho con sus caderas o con sus antebrazos, debiendo introducirla en un aro de piedra colocado en lo alto de una pared, Para ello los jugadores deben efectuar jugadas que sean imposibles de responder por el equipo contrario o de la oscuridad, logrando con ello el triunfo de la luz y el nacimiento del Sol. El balón no podía caer al suelo, porque representaba al sol y los cuerpos celestes.
  En Chichén Itzá los mayas construyeron la más grandiosa y elegante cancha para el juego de pelota, que según los arqueólogos corresponde al final del periodo Clásico y marca con su presencia el inicio de una nueva época, de gran florecimiento, conocida como Posclásico temprano.
  Sus dimensiones son espectaculares, pues su longitud total es de 168 metros, mientras que a lo ancho mide 70 metros. La estructura en su conjunto se compone de cuatro construcciones que dan forma al característico patio en forma de doble "T". Por las dimensiones de los anillos de piedra y por la altura a la que están colocados, hoy sabemos que la variante del juego de pelota que se realizaba en la gran cancha de Chichén Itzá era aquella en que se golpeaba la esfera de caucho con el antebrazo.
  • TEMPLO DE LAS MIL COLUMNAS Y DE LOS GUERREROS
  En el lado oriental de la gran plaza de Chichén Itzá, encontramos el Templo de los Guerreros, rodeado de “Las mil columnas”, parada imprescindible en nuestro recorrido por el recinto maya. Fue construido por los mayas itzáes en la época maya posclásica, hacia el año 1200 d.C., sobre una anterior estructura consagrada al dios reclinado, Chac Mool.
  Se trata de un volumen piramidal escalonado de 40m. de lado con cuatro cuerpos. El templo superior de 20 metros de lado, se encuentra dividido en dos salas, cuyo acceso se realiza por una puerta de tres vanos separados por dos columnas en forma de serpiente, delante de las cuales se halla una escultura del dios Chac Mool, o “gran jaguar rojo” en maya yucateco, escultura que representa a un hombre acostado apoyado sobre sus codos, con las rodillas dobladas, cabeza girada 90 grados hacia un lado y sosteniendo un plato sobre el vientre.
  Delante del templo se disponen 200 columnas y pilas, dentro de la estructura denominada “grupo de las 1000 columnas”. Se trata de una plaza de grandes dimensiones con forma de cuadrilátero irregular, de 150m de lado, con estructuras en el lado oriental y sur, entre ellas el “mercado” que cierra la plaza por dichas caras. Las “mil columnas” cubrían conexiones entre los edificios como por ejemplo, con el Templo de los Guerreros. En el lado sur existen tres pequeños edificios interconectados: el Templo de las Columnas Talladas, el Templo de las Mesas Pequeñas y el Palacio de Ahau Balam Kauil, también conocido como el Templo de Thompson.
  • CENOTE SAGRADO
  Dentro de todo este complejo asentamiento encontramos también un cenote, denominado cenote sagrado. Tiene 60m. de diámetro, con paredes verticales de aproximadamente 15m. a la superficie del agua y otros 13m. de profundidad media, aproximadamente el primer piso freático en esa zona de la península de Yucatán.
  En este cenote se realizaban ofrendas al dios Chaac, señor de las lluvias, que consistían en ofrendas de objetos valiosos y la tradición dice que también sacrificios humanos, generalmente de doncellas nobles, ataviadas con ropas ceremoniales y enjoyadas. En el cenote también se sacrificaban prisioneros de alto rango como ofrenda religiosa.
  • CENOTE IK KIL
  Ubicado a tan solo 3 kilómetros de la zona arqueológica de Chichén Itza, y a 35 minutos de la ciudad de Valladolid, el cenote de Ik Kil es un parque rodeado de plantas exóticas y árboles, y hábitat perfecto para cientos de aves silvestres como: tucanes, loros, cenzontles, cardenales, cazadores de moscas, turquesa mot-mot, y varios más.
  Para llegar deberemos bajar por una escalera de piedra y en donde encontraremos pequeños balcones para admirar su belleza desde diversos puntos. Al llegar hay una plataforma que da acceso a sus aguas frescas y cristalinas en la que se pueden ver sus pequeños bagres que viven en él.


02. MAYAPÁN 

  La ciudad amurallada de Mayapán, conocida como "Bandera de los Mayas", es considerada como la última gran capital maya. Tiene una extensión de 4 km2, en la que hay aproximadamente 4.000 estructuras.

  Sus inicios se remontan a principios de nuestra era alcanzando su máximo esplendor en el Período Postclásico (1200 - 1450 d.C.). Se cree que esta urbe tuvo una población de 12.000 habitantes. Fue fundada por el grupo cocom, a quien los expertos asocian con los portadores de la llamada cultura maya-tolteca. Fue sede de "La Liga de Mayapán", una confederación que reunía a los caciques de Uxmal y Chichén Itzá. Las disputas por el control terminaron con la derrota de los itzáes, mismos que gobernaban la región, y su huída fue hacia el Petén, donde fundaron la ciudad de Tayasal. La hegemonía de la Liga fue ejercida a partir de ese momento (final del siglo XIII) por los cocomes de Mayapán, aunque con fuerte oposición de los habitantes de los otros reinos mayas de la Península. Dicha alianza parece haber sido disuelta hacia el año 1440, cuando los cocomes abandonaron la plaza y se asentaron en Sotuta.

  Digno de admirar es el trabajo de sus expertos escultores que se distingue en su gran cantidad de piezas de estuco modelado en la que se refleja la alta calidad de sus obras. Merece la pena resaltar las pinturas murales en las que se encuentran plasmadas escenas de guerra y eventos relacionados con el culto a la muerte lo que hace evidente sus nexos culturales con el Altiplano del Centro de México.

  La ciudad de Mayapán fue construida a semejanza de Chichén Itzá. Sus principales edificios son una copia de la capital de los itzáes. El estilo constructivo incorporaba elementos propios de la arquitectura del Centro de México, combinados con rasgos heredados de las antiguas ciudades mayas. Sin embargo, con la caída de Chichén, Mayapán desarrolló un estilo propio orientado hacia la reelaboración de las formas antiguas. Su edificio principal es llamado El Castillo, siendo un basamento piramidal de 9 cuerpos con una altura de 15 m., en donde tiene lugar un interesante fenómeno de luz y sombra durante el solsticio de invierno (21 de diciembre), idéntico al de Chichén Itzá.

  También se pueden observar edificios cívicos, administrativos y religiosos, así como las residencias de la clase gobernante. Se trata de edificios construidos sobre basamentos que tienen pasillos con columnas, templos y oratorios con un altar al fondo y banquetas a los lados. También son representativos los edificios redondos conocidos como Observatorios y los pequeños santuarios.

03. UXMAL

Vista de la pirámide del Adivino y Palacio del Gobernador

  A unos 80 kilómetros al sur de la ciudad de Mérida se encuentra una de las joyas más importantes de la arquitectura maya, la antigua ciudad de Uxmal.   Su nombre significa "La tres veces erigida" en idioma maya y aunque el por qué es un misterio, su belleza no lo es. 


Este espectacular sitio arqueológico, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es el mejor ejemplo de la llamada arquitectura puuc, característica de la región del mismo nombre. 


  En pleno periodo Clásico, entre el siglo V y el siglo X, se desarrolló un grupo de ciudades en la zona de colinas bajas (puuc significa colinas en lengua maya) Uxmal fue, sin ninguna duda, la obra magna, la gran ciudad de la zona Puuc.


  La monumentalidad de Uxmal y la complejidad de los elementos decorativos de sus edificios, asociados a los elementos fundamentales de la cosmogonía maya (el agua, la tierra, el Sol, Venus…), nos confirman que la ciudad fue un importante centro político, religioso y comercial del Mundo Maya; una de las principales capitales regionales. Así, durante cerca de medio milenio, Uxmal se dedicó a crear un conjunto arquitectónico muy particular, que supo aprovechar la propias elevaciones del terreno para potenciar la presencia de sus edificios, y que hoy está considerado como uno de los sitios arqueológicos más interesantes del Mundo Maya.


  La principal construcción de esta ciudad la forma la llamada Pirámide del Adivino o del Enano. Compuesta por 5 estructuras superpuestas de diferentes épocas y con una altura de 35 m, la pirámide se construyó entre el siglo VI y el siglo X (aunque la leyenda diga que la construyó un enano en una sola noche, de ahí su curioso nombre). Una de sus características más singulares es su base ovalada, posiblemente el único ejemplo en su tipo de toda la zona maya.

Cuadrángulo de las monjas


  A su espalda, el cuadrángulo de las monjas, y a su izquierda, el Palacio del Gobernador, constituyen claras muestras de la arquitectura puuc: edificios bajos, horizontales, con una sección inferior de paños lisos y una superior ricamente ornamentada con figuras geométricas, mascarones de Chaac, serpientes que demuestran el alto grado de sofisticación de la cultura maya.


  Existe otra pirámide en Uxmal: la Gran Pirámide. Formada por nueve cuerpos escalonados y una gran escalinata central, solo su fachada norte está restaurada. 


04. EK BALAM


  Localizado 30 km al norte de la ciudad de Valladolid y a 2 km del poblado maya de Ek Balam, su nombre significa "Jaguar Negro". Es uno de los últimos sitios arqueológicos descubiertos  en la Península de Yucatán y quizás una de las más importantes ruinas mayas jamás encontradas. 

  Desde el año 300 a.C. hasta la llegada de los españoles, el asentamiento humano en Ek Balam llegó a tener unos 12 km2, que incluían un espacio central sagrado de 1 km2 donde residía la élite. Esta pequeña zona central estaba protegida por tres murallas.

 

  La entrada a este sitio está protegida por dos murallas que poseen un magnífico arco maya. Una vez en el interior, los principales  edificios encontrados hasta ahora son de los más grandes de entre los hallados en ciudades mayas. La acrópolis mide 146 m de largo, 54 m de ancho y 30 m de alto, y se cree que es la tumba del que fue gobernador  de la ciudad  alrededor de 800 d.C., Ukil-Kan-Lek-Tok.

 

  Otras importantes edificaciones del lugar las forman el centro ceremonial, el palacio oval y un juego de pelota maya. Desde lo alto de la pirámide principal se pueden ver las Ruinas de Cobá, a 48 km, también hay varios Sac be (caminos mayas) que conectan Ek Balam con Chichén Itzá, Cobá y otros sitios arqueológicos.

 

  Una señal de la riqueza material y cultural, así como del desarrollo tecnológico y artístico en Ek Balam, se pone de manifiesto en la pintura mural, donde los artesanos alcanzaron gran maestría, decorando sus construcciones con increíbles obras de arte, que van desde tapas de bóvedas con diseños monocromáticos, hasta bóvedas completas cubiertas de coloridos y complejos murales, cuyos vestigios reflejan momentos relevantes de la ciudad. El estilo pictórico de Ek Balam es considerado de los mejores del área maya, ya que siendo naturalista, expresa de manera muy real, con las proporciones correctas y con notable delicadeza y plasticidad, las representaciones de deidades y seres míticos en las tapas pintadas, así como seres humanos y animales representados en los muros de los edificios.


05. COBÁ


  En maya el nombre de Cobá significa "aguas turbias" aludiendo seguramente a los cinco cenotes que rodean la región: Cobá, Macanxoc, Sacalpuc, Yaxlaguna y Xcanh. Al caminar entre estos templos ancestrales, rescatados de entre la abrasadora jungla, se puede respirar el aire cálido y húmedo debajo de los árboles, pisar los caminos milenarios o escalar las empinadas escalinatas de las pirámides, provocando en los visitantes sentir una conexión con la antigua cultura maya, esperando el momento propicio para resurgir de las profundidades del tiempo. 


  Localizado a unos noventa kilómetros al este de Chichén Itzá y unos cuarenta al noroeste de Tulum, en su apogeo tuvo una población de unos 50.000 habitantes y una extensión de ochenta kilómetros cuadrados. La mayor parte de la ciudad fue construida a mediados del período clásico de la civilización maya, entre los años 500 y 900 de nuestra era y poseía varios templos, entre los cuales sobrevive la pirámide del Nohoch Mul de 42 metros de altura, la más alta de Yucatán.

 

  Las investigaciones realizadas a la fecha permiten saber que Cobá tiene una larga historia de ocupación prehispánica, que habría iniciado hacia 200 o 100 a.C, cuando aquí existió un asentamiento de plataformas bajas y construcciones de madera y palma de las que no queda más evidencia que algunos fragmentos de cerámica. Es a partir de 100 d.C., cuando el área de Cobá experimenta un notable crecimiento demográfico, social y político que habrían de llevarla a convertirse en una de las ciudades más grandes y poderosas del norte de Yucatán.

  Entre 200 y 600 d.C., la ciudad de Cobá parece haber ejercido un amplio control territorial, que le habría llevado a dominar todo el norte del actual estado de Quintana Roo y aún ciertas porciones del oriente de Yucatán. Evidentemente, este poder tiene su sustento en el control de grandes espacios agrícolas e hidráulicos, así como de las rutas de intercambio inter e intraregional, que posiblemente habrían incluido el control de algunos puertos de importancia, como el de Xel-Há. Aunque aún falta mucho por conocer acerca de este periodo, es indudable que en este tiempo, Cobá habría mantenido estrechos contactos con las grandes ciudades de Guatemala y el sur de Campeche y Quintana Roo, como Tikal, Calakmul o Dzibanché, por citar algunos, y que para mantener su poder habría establecido alianzas militares y matrimoniales al más alto nivel. En este sentido, es particularmente interesante mencionar la existencia de arquitectura de tipo teotihuacano (una plataforma del grupo pinturas explorada a principios de 1999), que documentaría la existencia de vínculos con el centro de México y su poderosa metrópoli del Clásico temprano: Teotihuacán.

  Posterior a 600 d.C., el fortalecimiento de las ciudades del Puuc yucateco, así como la posterior aparición de Chichen Itzá en el panorama sociopolítico de la península, significaron cambios en la estructura de poder de Cobá y sus relaciones con otras ciudades importantes, que le habrían obligado a reconformar sus dominios territoriales. La información disponible a la fecha, ha permitido plantear la hipótesis de que a partir de 900 o 1000 d.C., Cobá habría entrado en una larga disputa con Chichén Itzá, de la que esta última habría resultado finalmente triunfadora al vencer a importantes enclaves cobaeños como Yaxuná.


  Después de 1000 d.C., la ciudad perdió importancia política, aunque parece haber conservado su importancia simbólica y ritual, que le permitieron recuperar cierta jerarquía entre 1200 y 1500 d.C., cuando se construyeron diversos edificios ya dentro del estilo costa oriental. Sin embargo, las dinámicas económicas de esos tiempos parecen haber estado fundamentalmente centradas en los sitios costeros, por lo que Cobá habría subsistido como una ciudad de segundo orden, aunque en ese sentido más exitosa que su efímero vencedor Chichén Itzá. Al momento de la consolidación del control español de la península (1550), Cobá se encontraba totalmente deshabitado, y no es sino hasta la llegada de los célebres viajeros John Lloyd Stephens y Frederick Catherwood hacia mediados del siglo XIX, que la ciudad vuelve a ser mencionada en los libros de historia.

 

  Si bien es cierto que la ciudad nunca quedó en el olvido, la mayor parte de los estudios arqueológicos de la zona no se realizaron sino hasta principios del siglo XX por la dificultad que imponía la selva para llegar al lugar. En 1972 el Instituto Nacional de Antropología e Historia comenzó a desarrollar la zona y construir accesos para investigadores y visitantes. Actualmente sus ruinas son una de las principales atracciones turísticas de la región, y su pirámide una de las pocas a las que todavía se puede ascender a pie.



06. TULUM

 La ciudad recibía en la antigüedad el nombre maya de Zamá (que significa en maya amanecer) y el actual, Tulum (que significa en maya muralla), que parece haber sido utilizado para referirse a la ciudad cuando ya se encontraba en ruinas. Por los numerosos registros en murales y otros trabajos encontrados en los edificios de la ciudad, se tiene considerado que Tulum fue un importante centro de culto para el llamado "dios descendente".


Templo del viento

  Aunque se han encontrado inscripciones que datan de 564 d.C, la mayor parte de los edificios que se aprecian hoy en día fueron construidos en el periodo posclásico de la civilización maya, entre los años 1200 y 1450. La ciudad todavía era habitada en los primeros años de la colonia española pero a finales del siglo XVI ya no quedaban residentes.


  En la cultura maya, se le daba una importancia a la planeación de la ciudad según la cosmología, y es así que la construcción de la ciudad de Tulum se basó en el concepto de las “cuatro esquinas”​ que hace referencia a los puntos cardinales y que a su vez surge del antiguo patrón cósmico de cinco puntos. La ciudad como cuadrilátero, representaba un mundo ordenado, racional, hecho para dioses y hombres por igual. En cada esquina o entrada se instalaron balames protectores o guardianes del pueblo.


  Uno de los edificios más importantes se llama El Castillo y está construido frente al mar, es probablemente una de las construcciones más antiguas de la ciudad. Es una construcción impresionante que tiene elementos que hacen referencia al Sol y a Venus, además de que el Castillo se asienta sobre un acantilado, y en la parte inferior hay una cueva; esto representa de forma clara el concepto vertical del universo, donde existen planos superiores, y la cueva representa el inframundo.

Vista de la ciudad con el castillo como principal construcción

  El Templo del Dios Descendente ha recibido también mucha atención por parte de expertos e investigadores, con una curiosa asimetría en su fachada, la cual da al poniente pero la cual tiene un personaje de estuco dispuesto en el nicho sobre el dintel en posición descendente que capta la visión inmediatamente. 


  Fue muy grande la importancia del edificio conocido como El Castillo para los navegantes mayas, ya que esta construcción les permitía sortear los peligros del segundo arrecife de coral más largo del mundo. Los navegantes mayas para arribar a Tulum, se conducían por mar abierto paralelamente al arrecife de coral, cuando visualizaban "El Castillo", el cual cumplía con la función de faro, ya que les indicaba el momento para tomar el canal que dividía el arrecife, esto se lograba mediante la ayuda de dos ventanales de la fachada de este edificio, los cuales al ser iluminados por luz natural o antorchas por la noche, les indicaba el momento preciso para hacer girar las embarcaciones, así evitaban chocar con el arrecife salvaguardando las mercancías que transportaban.


  Tulum fue una de las urbes mayas más significativas de los siglos XIII y XIV, por ser una escala imprescindible para las rutas comerciales de los mayas, en su explotación de las riquezas marítimas de las costas del actual Quintana Roo. En su mejor momento, Tulum se perfiló como el nexo entre las dinámicas comerciales marítimas y terrestres en el mundo maya. De hecho, en Tulum han sido hallados objetos procedentes de varias regiones de la Península de Yucatán y Centroamérica, lo cual pondera la trascendencia que tuvo, esta ciudad maya, para el comercio del México Antiguo. 



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  Situada en la provincia de A Coruña, la carretera AC-550 discurre sinuosa desde la localidad de Ribeira hasta Cee. Con un espectacular final en el faro de Finisterre, fin del mundo conocido para los antiguos romanos, esta ruta nos lleva por uno de los tramos más bonitos del litoral gallego, mostrándonos algunos de los grandes tesoros naturales e históricos de Galicia, entre los que destacan El Parque Natural de las Dunas de Corrubedo, el Castro de Baroña, o la cascada del río Xallas.   Nuestra ruta comienza en Ribeira, situada en el extremo de la península del Barbanza.  Posee una población cercana a los 28.000 habitantes y constituye uno de los principales puertos pesqueros del litoral gallego. Justo en el puerto pesquero comienza la AC-550 que desde aqui se dirige por la Avenida del Ferrol hasta la salida de la ciudad en que encontramos el parque de San Roque, lugar de esparcimiento, museo arqueológico, y principal mirador de la ciudad.   En este punto podemos tomar un desv

LA COSTA BRAVA

  Situada en la provincia de Gerona, la Costa Brava discurre serpenteante d esde Blanes hasta Portbou, dentro de  las comarcas catalanas del Alto Ampurdán, el Bajo Ampurdán y La Selva.  Limitando al norte con la Costa Vermella francesa y al sur con la Costa del Maresme, esta zona  tiene una temperatura media anual de 17ºC, lluvias moderadas y 2500 horas de sol al año.   Su nombre no podía estar mejor pensado: abruptos acantilados, vegetación salvaje que prácticamente se adentra en el mar e infinitas playas y calas de arena dorada a lo largo de sus 214 kilómetros de costa, convierten esta zona del litoral catalán en un ejemplo único de cómo la bravura de la naturaleza dibuja el paisaje a su antojo.  Todo ello sin olvidarnos del carácter mediterráneo de poblaciones como Cadaqués o Calella de Palafrugell.   Hasta la llegada de la economía del turismo, muchas de las localidades de la región costera eran pequeños pueblos de pescadores de casas encaladas