Situada en la provincia de A Coruña, la carretera AC-550 discurre sinuosa desde la localidad de Ribeira hasta Cee. Con un espectacular final en el faro de Finisterre, fin del mundo conocido para los antiguos romanos, esta ruta nos lleva por uno de los tramos más bonitos del litoral gallego, mostrándonos algunos de los grandes tesoros naturales e históricos de Galicia, entre los que destacan El Parque Natural de las Dunas de Corrubedo, el Castro de Baroña, o la cascada del río Xallas.
Nuestra ruta comienza en Ribeira, situada en el extremo de la península del Barbanza. Posee una población cercana a los 28.000 habitantes y constituye uno de los principales puertos pesqueros del litoral gallego. Justo en el puerto pesquero comienza la AC-550 que desde aqui se dirige por la Avenida del Ferrol hasta la salida de la ciudad en que encontramos el parque de San Roque, lugar de esparcimiento, museo arqueológico, y principal mirador de la ciudad.
En este punto podemos tomar un desvío que nos conduce al Parque Natural de Las Dunas de Corrubedo, uno de los enclaves más significativos y valiosos del patrimonio natural gallego. La intensa actividad eólica en esta zona, permitió la creación de una duna móvil, la mayor del noroeste penínsular, de más de 1km de longitud, de 200 a 300 metros de ancho, y de 12 a 20 metros de altura. Esta bonita duna, unida a las lagunas que la bordean, y la presencia ornitológica en la zona, hacen de este lugar una visita esencial.
Muy cerca de este parque se encuentra el Dólmen de Axeitos, uno de los símbolos del megalitismo en Galicia. Se trata de un monumento funerario con más de 4000 años de antiguedad, de los mejor conservados de toda la península ibérica.
Si queremos pasar una jornada de playa, las playas de Ladeira y Vilar son dos de las mejores playas de Galicia, además de extensos arenales en los que realizar largas caminatas disfrutando del paisaje.
Tomando nuevamente la carretera AC-550 enseguida entramos en el término municipal de Porto de Son, que ocupa la mayor parte de la orilla occidental de la península del Barbanza. Tanto es así, que desde que entramos en la parroquia de Xuño, comienza nuestro recorrido a pie de costa. Podremos divisar gran cantidad de arenales que asoman a nuestra izquierda, y que sin duda nos invitarán a pararnos en cada uno de ellos y darnos un chapuzón, como el arenal de As Furnas, Río Sieira o Queiruga.
A la altura de Baroña deberemos pararnos y visitar el Castro de Baroña. Situado en el municipio de Porto do Son, destaca por la belleza de su entorno y la singularidad del lugar elegido para ubicar el poblado, ya que se ubica en una pequeña península rocosa separada de la tierra por un itsmo de arena que forma una hermosa playa natural.
Tras nuestro paso por Porto Do Son y Portosín, pronto llegamos a Noia, playa y puerto de mar de los santiagueses que hasta aquí se acercan en los soleados dias de verano, debido a la proximidad geográfica.
Tomando nuevamente la carretera AC-550 nos dirigimos a la siguiente parada, Muros. Nada más entrar en la parroquia de Esteiro podemos ver la illa da Creba, propiedad de un empresario compostelano desde 1966.
En Solleiros podemos tomar la ruta de senderismo que nos lleva al mirador de Pedra do Carro, desde el cual tenemos un bonita vista de Esteiro y Muros. Entre la subida y posterior descenso son unos 7 km. que se pueden hacer en unas dos horas. Por el camino podremos ver la "Pedra das Pías", que con sus petroglifos grabados, parece que pudiera haber tenido algún tipo de uso religioso o de culto.
A medio camino entre Noia y la Costa da Morte, encontramos la localidad de
Muros. Su original estructura y el interés arquitectónico y arqueológico de su
patrimonio le valieron en 1970 la declaración de Conjunto Monumental
Histórico-Artístico. Destaca por los soportales marineros típicos de sus
viviendas, bajo los cuales antiguamente se arreglaban los aparejos de pesca y
se salaba el pescado. Existen casas de este tipo por toda la zona histórica, y
construidas con grandes sillares de piedra, cuentan con amplias galerías
porticadas en la parte baja y con balcones corridos en las plantas superiores.
Si continuamos nuestra ruta AC-550, el siguiente pueblo que visitaremos es Carnota, que a parte de tener la playa más grande de Galicia con más de 7 km, posee grandes atractivos como son sus hórreos. Concretamente los de Lira y Carnota, con más de 30 metros de longitud son de los más grandes de Galicia (junto con el de Araño en Rianxo).
Otro atractivo natural de la zona es el monte Pindo, lugar desde el cual se pueden contemplar unas hermosas vistas de Carnota y Finisterre. Existen varios caminos para subir, el más clásico sale desde detrás de la iglesia de San Clemente, en la parroquia de Pindo. Es una subida corta pero intensa en la que disfrutaremos de unas vistas impresionantes en todo nuestro recorrido. Arriba tenemos un merendero donde podemos comer, y al bajar si no se nos ha hecho tarde podemos darnos un baño en la playa de O Pindo.
Si nos hemos quedado con ganas de más, en Ézaro se encuentra la fervenza del Xallas, único río de Europa que desemboca formando una cascada. Desde el mirador de Ézaro podemos contemplar las vistas de la cascada y desembocadura del río en el Océano, lo que forma un precioso paisaje. Si seguimos esta carretera a menos de 2 km. nos encontramos con el embalse de Santa Uxía.
En la localidad de Cee nuestro viaje por la AC-550 llega a su fin. Muy cerca de aquí se encuentra uno de los lugares más importantes de la costa de Galicia, el cabo de Finisterre, punto más septentrional de España. Su nombre tiene origen romano, quienes lo denominaron "Finisterrae", ya que constituía el fin de la tierra, o del mundo conocido. Debemos pararnos a presenciar la grandeza del Océano Atlántico en este punto, convertido en un temido paso para los más experimentados marinos que quieren cruzar la "Costa da Morte", hacia el norte de Europa. También podremos ver algunos peregrinos en este lugar, ya que existe una tradición por la cual los caminantes que llegan hasta Santiago, posteriormente caminan hasta "el fin del mundo" a fin de quemar sus ropas gastadas durante el largo trayecto.
En este punto podemos tomar un desvío que nos conduce al Parque Natural de Las Dunas de Corrubedo, uno de los enclaves más significativos y valiosos del patrimonio natural gallego. La intensa actividad eólica en esta zona, permitió la creación de una duna móvil, la mayor del noroeste penínsular, de más de 1km de longitud, de 200 a 300 metros de ancho, y de 12 a 20 metros de altura. Esta bonita duna, unida a las lagunas que la bordean, y la presencia ornitológica en la zona, hacen de este lugar una visita esencial.
Si queremos pasar una jornada de playa, las playas de Ladeira y Vilar son dos de las mejores playas de Galicia, además de extensos arenales en los que realizar largas caminatas disfrutando del paisaje.
Tomando nuevamente la carretera AC-550 enseguida entramos en el término municipal de Porto de Son, que ocupa la mayor parte de la orilla occidental de la península del Barbanza. Tanto es así, que desde que entramos en la parroquia de Xuño, comienza nuestro recorrido a pie de costa. Podremos divisar gran cantidad de arenales que asoman a nuestra izquierda, y que sin duda nos invitarán a pararnos en cada uno de ellos y darnos un chapuzón, como el arenal de As Furnas, Río Sieira o Queiruga.
A la altura de Baroña deberemos pararnos y visitar el Castro de Baroña. Situado en el municipio de Porto do Son, destaca por la belleza de su entorno y la singularidad del lugar elegido para ubicar el poblado, ya que se ubica en una pequeña península rocosa separada de la tierra por un itsmo de arena que forma una hermosa playa natural.
Situada en la
desembocadura del río Tambre, y dando inicio a la ría de Muros y Noia, esta
localidad posee un casco antiguo declarado conjunto histórico artístico.
Destacan sus casas de estilo gótico marinero y los escudos nobiliarios. Y entre
todo lo que depara el casco antiguo, otra impresionante joya arquitectónica: la
iglesia de San Martiño, del siglo XV, con aspecto de fortaleza, en la parte
alta de la localidad, presidiendo la plaza de O Tapal. Hay que remontarse a las
hostilidades de la época entre los nobles de Noia y el Arzobispado y la nobleza
compostelanos para explicar la razón de la ausencia de una segunda torre: había
que evitar que el templo de Noia rivalizara con la catedral de Santiago, y una
maldición amenazó desde entonces a quien osara la construcción de la segunda
torre.
 |
| Cruceiro con baldaquino |
La iglesia de Santa María A Nova con su curioso cruceiro con
baldaquino, (en toda Galicia solo existen dos, el de Noia y otro en
Baiona) hoy convertida en Museo, no es un lugar cualquiera. Prácticamente
empotrada entre edificios de la calle Escultor Ferreiro, acoge más de 500
lápidas funerarias de entre los siglos XIV y XVII. Las mejor conservadas se
exponen en su interior con sus correspondientes referencias, pero la mayoría se
amontonan a la intemperie por la parte trasera de la iglesia. No existe en
toda Europa mayor aglomeración de lápidas antiguas, entre las que aparecen
grabadas representaciones gremiales marcas familiares, motivos heráldicos y
figuras humanas. La más famosa es la mal llamada lápida del peregrino, que
representa una figura con la indumentaria similar a la del peregrino, auqnue el
libro que lleva en su mano y los instrumentos de trabajo de la parte inferior
indican que se trataría de un cofrade, un carpintero, probablemente de ribera,
vestido con ropas solemnes.
Tomando nuevamente la carretera AC-550 nos dirigimos a la siguiente parada, Muros. Nada más entrar en la parroquia de Esteiro podemos ver la illa da Creba, propiedad de un empresario compostelano desde 1966.
En Solleiros podemos tomar la ruta de senderismo que nos lleva al mirador de Pedra do Carro, desde el cual tenemos un bonita vista de Esteiro y Muros. Entre la subida y posterior descenso son unos 7 km. que se pueden hacer en unas dos horas. Por el camino podremos ver la "Pedra das Pías", que con sus petroglifos grabados, parece que pudiera haber tenido algún tipo de uso religioso o de culto.
La playa de San Francisco, situada en las cercanías de Muros, se presenta como uno de los principales arenales de toda la zona, disponiendo de todo tipo de servicios, y al abrigo del Monte Louro, que la resguarda de los vientos dominantes.
En lo que se
refiere a espacios naturales destaca el formado por el monte Louro, que con 241
metros de altura a pie de costa, sin duda sorprende por su silueta con dos
jorobas de granito que parecen emerger directamente del mar. Situado en la
vertiente del monte, sobre la punta Queixal, se encuentra el faro. Inaugurado a
principios del siglo XX, en sus alrededores sucedieron numerosos naufragios, el
mas sonado el del crucero Cardenal Cisneros de la Armada Española en 1905.
Al pie del monte, encerrada por la blanquísima
lengua de arena de la playa de Area Maior, está la laguna de As Xarfas, un
complejo ecosistema dunar de gran riqueza botánica y faunística. Aquí reinan
las garzas, que vienen atraídas por la abundancia de anfibios y reptiles.
Muy cerca, completando
este hermoso espacio natural, la magnífica playa do Ancoradoiro, rodeada
de hermosos pinares... perfectos para una siesta después del baño.
 |
| Hórreo de Lira |
Si continuamos nuestra ruta AC-550, el siguiente pueblo que visitaremos es Carnota, que a parte de tener la playa más grande de Galicia con más de 7 km, posee grandes atractivos como son sus hórreos. Concretamente los de Lira y Carnota, con más de 30 metros de longitud son de los más grandes de Galicia (junto con el de Araño en Rianxo).
Otro atractivo natural de la zona es el monte Pindo, lugar desde el cual se pueden contemplar unas hermosas vistas de Carnota y Finisterre. Existen varios caminos para subir, el más clásico sale desde detrás de la iglesia de San Clemente, en la parroquia de Pindo. Es una subida corta pero intensa en la que disfrutaremos de unas vistas impresionantes en todo nuestro recorrido. Arriba tenemos un merendero donde podemos comer, y al bajar si no se nos ha hecho tarde podemos darnos un baño en la playa de O Pindo.
Si nos hemos quedado con ganas de más, en Ézaro se encuentra la fervenza del Xallas, único río de Europa que desemboca formando una cascada. Desde el mirador de Ézaro podemos contemplar las vistas de la cascada y desembocadura del río en el Océano, lo que forma un precioso paisaje. Si seguimos esta carretera a menos de 2 km. nos encontramos con el embalse de Santa Uxía.
Visita también:
- Castro de Baroña - El legado Celta
- Costa da Morte - O Camiño dos faros
- La Comarca del Barbanza - Arousa Norte
- Parque Natural de las Dunas de Corrubedo