Localizada en el
archipiélago de las Antillas, entre el océano Atlántico y el mar Caribe, ocupa
las dos terceras partes de la isla "La Española”, que es compartida con su
vecina Haití.
Debido a su extensión
de 48,442 kilómetros cuadrados, incluyendo sus islas adyacentes, ocupa el
segundo lugar en tamaño de los países de las Antillas Mayores, después de Cuba.
Tiene una extensión de 286 kilómetros de norte a sur y 390 kilómetros de este a
oeste. Entre sus islas periféricas están: Saona, Beata, Catalina y Alto Velo.
Tiene un relieve
muy accidentado, ocupado en un 50% por cinco sierras y tres grandes
cordilleras, dentro de ellas, la cordillera Central donde se localiza la
elevación más alta de las Antillas, el pico Duarte (con 3,187 metros). El
resto de la superficie del territorio nacional está conformado por cuatro grandes
valles, siendo el principal el Valle del Cibao.
La hidrografía está
compuesta por diversos lagos, lagunas y ríos, algunos de las cuales se han
convertido en atractivos turísticos de gran importancia, como el lago
Enriquillo, junto a sus más de 1,500 kilómetros de hermosas playas, localizadas
en el Este, el Norte, el Nordeste y el Sur, entre otros puntos.
Por su
posición geográfica, presenta un clima tropical influido por diversos factores
geográficos, como la orografía y la influencia de los vientos alisios. Tiene
una temperatura media anual de unos 25°C, la más elevada de unos 34°C
registrada entre los meses de junio hasta agosto y la más baja de 19°C entre
los meses de diciembre y febrero.
HISTORIA
Hace mucho más de 500
años que República Dominicana comenzó a escribir su historia, desde que la isla
era habitada por sus primeros pobladores, los Taínos, uno de los pueblos más
pacíficos del continente, quienes se sustentaban de la caza, la pesca y la
agricultura. Sin embargo, el 5 de diciembre de 1492 se produjo la llegada del
almirante Cristóbal Colón a la isla, la cual bautizó con el nombre de La
Española (Hispaniola), un hecho que determinó el encuentro entre dos culturas y
que convertiría luego a Santo Domingo en la Ciudad Primada de América.
Hacia finales del siglo
XVII, los franceses tomaron el dominio de la parte occidental de la isla, pero
en 1795 España cedió a Francia la parte oriental, quedando así bajo el poderío
de Francia. Después de haber sufrido el dominio de los franceses, la colonia retorna
a manos de España, hasta que un grupo de hombres liderados por José Núñez de
Cáceres, proclamó la Independencia Efímera en diciembre de 1821. Pero en enero
de 1822 aprovechándose de la debilidad militar y económica de la parte
oriental, los haitianos invadieron este territorio imponiendo su dominio
durante 22 años, hasta el 27 de febrero de 1844 cuando se produjo la lucha
independentista, naciendo así la nueva República Dominicana, liderada por Juan
Pablo Duarte junto a otros patriotas.
A pesar del grito
independentista, el 18 de marzo de 1861 la república fue nuevamente anexada a
España hasta después de la Guerra de la Restauración que encabezó Gregorio
Luperón, en 1863. La convulsión política suscitada después de esta gesta
derivó en un caos económico y en la gestión de múltiples empréstitos
concertados con Estados Unidos y Europa, permitiendo que en 1907 el gobierno
dominicano entregara la administración y el control de sus aduanas a Estados
Unidos y en 1916 se efectuara la primera invasión norteamericana en el país.
Los colores de la
bandera nacional poseen un significado particular. El rojo representa la sangre
vertida por los libertadores, el azul expresa los ideales de progreso y de
libertad, y que Dios protege a la nación dominicana, y la cruz es el símbolo de
la lucha de los libertadores para legar una patria libre.
El
Escudo, el cual fue creado en la época de la proclamación de la independencia
nacional y el único con la Sagrada Biblia en el centro. Desde sus inicios el
escudo ha experimentado diversas modificaciones, ya que en la historia
dominicana se registran más de 14 escudos. En 1913, Casimiro Nemesio de Moya
diseñó el actual escudo oficial del país, el cual está vigente actualmente.
ECONOMIA
Aunque conocida
mundialmente por la producción de azúcar y la agricultura en general, la
economía del país está ahora dominada por los servicios. El principal motor
económico de la República Dominicana hoy en día es el turismo, siendo el
destino más visitado del Caribe gracias a sus playas y aguas cristalinas de un
azul turquesa que invitan al relax.
No
obstante, el desempleo, la corrupción gubernamental y el servicio eléctrico
siguen siendo problemas importantes para el país, existiendo una marcada
desigualdad de ingresos, lo cual afecta la migración internacional del país,
que recibe y envía gran flujo de inmigrantes. La inmigración haitiana y la
integración de los dominicanos de ascendencia haitiana es también uno de
principales problemas, estimándose la población total de origen haitiano en la
isla de 800.000 habitantes.
GASTRONOMÍA
La gastronomía dominicana presenta características
de una cocina "criolla", es decir, de origen europeo pero
desarrollada en América con influencias africanas. Por eso es similar a la de
países de habla latina que circundan al Mar Caribe, aunque con ligeras
variaciones desarrolladas en cada región. Ha recibido influencia de otros
pueblos y culturas, como es el caso de los inmigrantes de las Antillas
Menores "cocolos", quienes utilizan el coco en muchos de sus
platos.
Las especialidades culinarias del país varían
según las regiones, pero guardan en común un sabor exquisito que permiten
satisfacer las apetencias de los más exigentes comensales. Quizás no sea muy
dietética, pero gustoso y nutritivo si que sería la mejor manera de describir
el recetario nacional, el cual incorpora como condimentos una variedad de
verduras y vegetales que además de gran gusto, le aportan un alto valor
nutricional.
Los ingredientes
principales que se emplean en el menú criollo son el arroz, las carnes, los
frijoles, los víveres y vegetales. En menor escala, los pescados y mariscos que
dan forma a las numerosas y vistosas comidas que adornan la mesa dominicana
diariamente.
Entre los platos más típicos se encuentran la emblemática “bandera”, arroz blanco con frijoles rojos, acompañados de una porción de carne (de res o pollo) y una ensalada o tostones (rodajas fritas de plátanos verdes), receta que cotidianamente se sirve de almuerzo.
Entre los platos más típicos se encuentran la emblemática “bandera”, arroz blanco con frijoles rojos, acompañados de una porción de carne (de res o pollo) y una ensalada o tostones (rodajas fritas de plátanos verdes), receta que cotidianamente se sirve de almuerzo.
El conocido y muy
popular Asopao es una especie de sopa con arroz, carne generalmente de pollo y gandules.
Este se consume con aguacate, si es temporada y tostones.
También están entre los mas
populares:
El moro: es una
mezcla de habichuelas, arroz y carne guisada. También el Moro en muchos
casos y sitios de la República Dominicana se acompaña con bacalao.
El locrio: es un
clásico de la cocina criolla dominicana. Es lo más parecido a la paella
española. Este delicioso arroz se puede combinar con camarones, gambas,
arenque, sardinas y bacalao.
Yaniqueques: es la picadera más típica del país. Es como una torta de harina de trigo, cocinada con bicarbonato de soda, agua y sal. Podrás comprar Yaniqueques en cualquier puesto ambulante y sobre todo en cualquier playa. La palabra Yaniqueques procede de la anglosajona "Johnny Cakes", pastel de origen estadounidense y cuya receta arribó junto con los esclavos negros traídos de los Estados Unidos y las antillas a la región de Samaná.
Yaniqueques: es la picadera más típica del país. Es como una torta de harina de trigo, cocinada con bicarbonato de soda, agua y sal. Podrás comprar Yaniqueques en cualquier puesto ambulante y sobre todo en cualquier playa. La palabra Yaniqueques procede de la anglosajona "Johnny Cakes", pastel de origen estadounidense y cuya receta arribó junto con los esclavos negros traídos de los Estados Unidos y las antillas a la región de Samaná.
Bollitos de Yuca: es
otra deliciosa picadera de la República Dominicana. Son bolitas hechas de yuca
y fritas en la sartén. Normalmente se rellenan de queso cheddar aunque en
algunos puestos y playas las podrás encontrar rellenas de cangrejo.
Puerco asado: El Lechón Asado es el plato tradicional de
las fiestas Navideñas en la República Dominicana.
Entre los postres típicos favoritos de República
Dominicana cabe mencionar:
Habichuelas con
dulce: crema de habichuelas con leche, azúcar y pasas, que se suele consumir
mayormente en Semana Santa.
Majarete: crema
hecha a base de maíz, con canela en polvo por encima.
Jalao: dulce de coco
rallado con melaza, que se hace en forma de bola y fuego en un fogón.
Dulce de coco tierno
con leche.
Dulce de leche en
pasta, tanto solo como con relleno de frutas como naranja, guayaba,
cajuil, etc.
FIESTAS POPULARES
El carnaval constituye la celebración más
importante, trascendental, colorida y alegre expresión de la cultura popular
dominicana y que tiene como protagonista principal a todo el pueblo. Es una
tradición recreativa de pura libertad e integración y una expresión de la
identidad dominicana en donde la exageración, el sarcasmo, lo insólito, lo
satírico, lo inédito, lo atrevido, lo grotesco y lo imaginario son sus
características fundamentales.
Según datos históricos, los orígenes del carnaval
en la isla se remontan antes de 1520, durante la colonización, aunque algunos
investigadores aseguran que las primeras manifestaciones en La Hispaniola y en
América se realizaron en febrero de 1520 en lo que es hoy parte de las ruinas
de La Vega vieja, con motivo de una visita de Fray Bartolomé de las Casas, en
donde sus habitantes se disfrazaron de moros y cristianos.
Se cree que estas celebraciones estuvieron vinculadas
con algunas celebraciones religiosas, aunque más tarde pasaron a formar parte
de los festejos propiamente carnavalescos. Ya en 1795 hubo carnavales para las
fiestas patronales en honor a Santiago Apóstol, para Corpus Christi y para las
Carnestolendas en la ciudad de Santiago.
La costumbre de disfrazarse durante las
festividades religiosas casi desapareció durante el período de la ocupación
haitiana, entre 1822 a 1844. Sin embargo, esos disfraces regresaron luego de la
independencia del país el 27 de febrero de 1844 y se dejaron de asociar a las
fiestas de la iglesia, convirtiéndose en verdaderos carnavales celebrados en
las carnestolendas, es decir, durante los tres días previos al miércoles de
Ceniza y quedando consagrado el mes de febrero como el mes del carnaval en
República Dominicana.
Cada domingo, durante el mes de febrero, distintas
ciudades del interior del país llevan a cabo sus desfiles, siendo el carnaval
de La Vega el más popular y el más reconocido internacionalmente; mientras que,
en el malecón de la ciudad de Santo Domingo, se efectúa el gran desfile
nacional de carnaval, que bien puede ser el último domingo de febrero o el
primero del mes de marzo.
En este majestuoso desfile participan los
principales grupos y personajes de las provincias y sectores de la capital,
organizados en decenas de carrozas y comparsas, conformando un vistoso y
multitudinario evento con el que finaliza toda la celebración carnavalesca, la
cual incluye el reconocimiento y la premiación a las mejores representaciones
en diversas categorías, por parte de los ministerios de Cultura y de Turismo.
Los personajes centrales del carnaval dominicano
son muchos y son los que le dan color y vida, provocando la risa y la alegría
en todo el pueblo, junto a las comparsas, que son los grupos que desfilan
realizando una presentación de música y baile, en torno a un tema festivo o
típico de la cultura dominicana.
Entre los personajes carnavalescos principales están:
El diablo cojuelo: es el personaje
central del carnaval y el más famoso, el cual lleva un colorido traje con una
capa, que lo cubren espejitos, cascabeles, cintas y cencerros ridiculizando con
ello a los señores medievales y lleva su rostro cubierto con una máscara de
grandes cuernos. Es llamado por el pueblo "diablo cojuelo", no porque
sea un culto al diablo sino una sátira del mismo, y adquiere distintos nombres
de acuerdo al carnaval de cada provincia.
Roba la gallina: es un personaje
disfrazado con busto y trasero abundante y lleva una sombrilla abierta y va por
los "colmados" (establecimiento popular de ventas al detalle)
pidiendo para sus pollitos, que son los jóvenes del pueblo que le siguen en una
alegre marcha.
Se me muere Rebeca: representa a una
madre desesperada que va vociferando por todo el camino que tiene a su hija
gravemente enferma, pide golosinas para su hija pero los reparte entre los
niños.
Califé: es un poeta que, en versos, va
criticando en forma jocosa a todos los personajes de la vida política, social y
cultural; es seguido por un coro y está vestido con un frac negro.
La muerte en Jeep: representa a una
calavera con todo y máscara y acompaña a los diablos cojuelos.
Los indios: es una comparsa que imita a los
primeros habitantes de la isla, con plumas, arcos y lanzas, y el cuerpo
pintado.
Los africanos o los tiznaos: son personajes
cuyos cuerpos llevan pintados de negro con carbón y aceite quemado de
automóvil, que imitan a los negros esclavos y bailan por las calles.
Los Alí Babá: es una comparsa con motivos
orientales, cuya característica principal es una coreografía sincronizada.
La elaboración de los disfraces, las máscaras y los
elementos adicionales que llevan los personajes del carnaval exige de un
trabajo profesional, artístico y de mucha dedicación, donde intervienen varios
expertos de acuerdo a las áreas, por ejemplo, los que confeccionan los trajes,
las máscaras, los que fabrican las vejigas o foetes, entre otros más.
La variedad y el colorido de los trajes son
verdaderamente impresionantes. Sus adornos tienen un sentido espiritual y su
capa es artísticamente diseñada con elementos simbólicos religiosos. El sonido
de los cascabeles que le cuelgan tiene como finalidad despejar las energías
negativas y hacer fluir las positivas, mientras que las muñequitas que se
colocan en el pecho los diablos cojuelos son la representación de lo nuevo que
ha de fluir.
En cuanto a las máscaras, la técnica
tradicional para su fabricación es originaria de España, a la que los esclavos
y libertos africanos le hicieron sus aportes creando la actual tradición
artesanal que emplean los "carreteros" (los artesanos que fabrican
caretas) dominicanos, las cuales se realizan con papel-maché, y elementos como
plumas, el higüero pintado o revestido de algodón y cadillos, periódicos, hojas
de plátanos, yute, papel de aluminio, tapitas de botellas, telas y toda una
gran variedad de desechos y materiales, en un proceso que conlleva distintas
etapas, en el que ya algunos artesanos utilizan métodos y materiales que son
más modernos.
INFORMACIÓN PRACTICA PARA EL VIAJERO
Para el ingreso de cualquier extranjero a la
Republica Dominicana será imprescindible la presentación de un pasaporte
vigente, debiendo obtener a su ingreso el correspondiente visado conforme
a la Ley 875 sobre Visados. La tarjeta de turista es un impuesto que cobra
República Dominicana a los que visitan nuestro país. La misma puede ser
obtenida directamente al momento de la llegada a cualquiera de los aeropuertos
dominicanos, y ronda los 10 euros por persona, con validez de un mes.
Idioma: La lengua oficial es el español.
Moneda: La moneda dominicana es el peso dominicano. Existen
denominaciones en monedas de 1, 5, 10 y 25 pesos. En billetes 20, 50, 100, 200,
500, 1,000 y 2,000. Pueden cambiarse dólares y euros en los bancos y
casas de cambio autorizados en todo el país.
Existen restricciones para la entrada de más de
US$10,000 en efectivo al país y deberá declararse cualquier valor sobre esta
cantidad en el formulario de aduanas.
Está prohibido salir de República Dominicana con
más de $10,000 dólares estadounidenses o su equivalente en efectivo.
Si necesita efectivo,
es más conveniente retirarlo dentro del banco, que están abiertos normalmente
de 8:30 de la mañana a 4:00 de la tarde. En los grandes centros comerciales
operan sucursales bancarias hasta las 7:00 de la noche.
Electricidad: En República
Dominicana los enchufes son como los de Estados Unidos y Canadá, de 110
voltios. Por ello, los europeos y los visitantes de algunos países de
Suramérica deberán traer un adaptador de corriente, si bien muchos de los
hoteles de la isla están adaptados a los clientes europeos.
Propinas: Las cuentas en los restaurantes ya incluyen un 10 por
ciento de propina. Es costumbre dar un 10 por ciento adicional por el
buen servicio. En cuanto a los taxistas, no es usual darles propina pero si se
ha sentido satisfecho y a gusto con el trato, lo puede hacer.
Fumadores: Se aplican las mismas restricciones que en los Estados
Unidos y Europa, y en la mayoría de restaurantes y discotecas no se permite
fumar.
Salud: Para viajar a República Dominicana no requiere de ninguna
vacuna fuera de las normales exigidas en Europa y Norteamérica.
Seguridad: Aunque República Dominicana es un país seguro, a pesar de su mala fama en cuanto a
este aspecto, no está de más tomar las mismas precauciones que se tomarían para ir
a cualquiera de las grandes ciudades del mundo, como las que siguen a
continuación:
Utilizar siempre la caja de seguridad
del hotel para guardar pasaporte, dinero y otros artículos de valor.
Para transitar por las ciudades, es
recomendable llevar una fotocopia del pasaporte.
Llevar
consigo sólo lo necesario, y en cuanto a dinero, si es posible, llevar tarjeta
de crédito para las compras en establecimientos y efectivo en pequeñas
cantidades para pagos menores.
No dejar artículos de valor o maletines a la vista en un
vehículo.
Tratar de no
desplazarse a horas inapropiadas por lugares retirados y oscuros.
DE RUTA POR LOS LUGARES DE INTERÉS
Pedernales
En la costa
suroeste de la República Dominicana, bañada por las aguas del mar Caribe, se
encuentra la ciudad de Pedernales, dueña de una rica biodiversidad, importantes
recursos endémicos y con un alto valor eco-turístico que guarda en sus 2.074
kilómetros cuadrados de extensión territorial.
El nombre de
Pedernales proviene del río que pasa por la provincia y que lleva el mismo
nombre, aunque en esencia se debe a la existencia en la región del
mineral "pedernal", una especie de roca sedimentaria de la cual los
antiguos aborígenes fabricaban ciertos utensilios punzantes, como hachas de
mano y las puntas para sus flechas.
Una visita a
Pedernales es asistir a una cita con la propia naturaleza, virgen y hermosa, de
clima tropical. Pedernales está declarada como municipio para el turismo
sostenible, debido a que todo su suelo es reserva de biosfera y el 75 por
ciento de su territorio es área protegida, por lo que se ha constituido en un
destino muy interesante e ideal para el turismo ecológico, de
investigación y por supuesto, para algunas actividades de aventura.
Entre sus más
importantes atractivos está el Parque Nacional Jaragua, el cual posee una
biodiversidad reconocida en el mundo científico y donde abundan orquídeas
endémicas, begonias y plantas xerófilas, entre otras especies. Allí se puede
apreciar la naturaleza prístina de las Antillas, particularmente de los
ecosistemas áridos y costero-marinos.
También está
el Parque Nacional Sierra de Bahoruco, cubierto en su mayoría por bosques
naturales que se extienden en dirección noroeste-sureste y lugar que fuera
escenario de importantes acontecimientos durante la época de la colonización,
ya que fue escogido como refugio por el cacique Enriquillo y los negros
cimarrones, quienes se rebelaron contra la dominación española.
En el año 2002
esta zona fue declarada por la UNESCO como núcleo de la Reserva de la Biósfera
Bahoruco-Jaragua-Enriquillo ya que, además del Parque Nacional Jaragua y la
Sierra de Bahoruco, se incluye al Lago Enriquillo.
Este parque
natural también es el albergue del Hoyo de Pelempito, una depresión con una
profundidad de unos 700 metros y que ofrece una vista impresionante desde su
máxima altura. Tiene una forma triangular de 2.5 kilómetros de ancho por 7
kilómetros de largo y es el resultado de varios movimientos y rupturas
geológicas. La temperatura allí oscila entre los 25 grados Celsius, la máxima,
durante el mediodía y cero grados Celsius, la mínima, en las noches.
También está
la Laguna de Oviedo, ubicada en el límite noreste del Parque Nacional Jaragua
con unos 28 kilómetros cuadrados de superficie. En sus aguas hipersalinas
confluyen varias fuentes de agua dulce, encontrándose asociadas a ellas
extensos manglares y una rica avifauna nativa y endémica.
La región
tiene un gran potencial turístico ya que cuenta con las hermosas playas de
Bahía de las Águilas y Playa Blanca, además de las de Cabo Rojo y la denominada
Pedernales. Bahía de las Águilas es, quizás, una de las más hermosas playas del
país y del mundo y está ubicada en la parte oeste del Parque Nacional Jaragua,
con unos 8 kilómetros de longitud y formada por finas arenas blancas
provenientes de los hermosos arrecifes de coral que se encuentran cerca de la costa.
Hacia el sur,
Pedernales cuenta con dos islotes con innumerables atributos: Isla Beata, con
un extensión de 27 kilómetros cuadrados, que acoge la mayor población de iguana
rinoceronte y la presencia de una especie de lagarto considerado como uno de
los más pequeños del mundo. La isla Alto Velo, que también es parte del
Parque Nacional Jaragua posee enormes grutas submarinas, con una fauna marina
rica en especies e ideal para el buceo.
La provincia también cuenta con un importante inventario de cavernas, muchas de ellas con evidencia de arte rupestre, como pictografías hechas con pintura roja. Entre las más sobresalientes están La Altagracia, Trou Nicolás, La Colmena, Las Caritas, La Colonia y otras en el Hoyo de Pelempito.
La provincia también cuenta con un importante inventario de cavernas, muchas de ellas con evidencia de arte rupestre, como pictografías hechas con pintura roja. Entre las más sobresalientes están La Altagracia, Trou Nicolás, La Colmena, Las Caritas, La Colonia y otras en el Hoyo de Pelempito.
Santo Domingo
Con más de tres millones de habitantes, Santo Domingo es una ciudad
cosmopolita y posiblemente, la más vibrante de toda la región del Caribe. La
ciudad en sí misma muestra sus contrastes en todo momento: hoteles boutique
situados en antiguas calles adoquinadas, lujosos automóviles y otros más
convencionales, una gastronomía internacional muy típica criolla, mientras que grandes y modernos hoteles con vista al
mar Caribe, contrastan con casas tradicionales.
Como la más antigua ciudad del Nuevo Mundo, Santo Domingo tiene, entre otras primicias, la primera calle, la primera catedral, la primera universidad y el primer hospital de las Américas. De hecho, los visitantes suelen notar que la bien conservada ciudad colonial, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1990, los hace sentir como si fueran transportados en el tiempo.
Como la más antigua ciudad del Nuevo Mundo, Santo Domingo tiene, entre otras primicias, la primera calle, la primera catedral, la primera universidad y el primer hospital de las Américas. De hecho, los visitantes suelen notar que la bien conservada ciudad colonial, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1990, los hace sentir como si fueran transportados en el tiempo.
Antes de
la llegada de Cristóbal Colón en 1492, los taínos
poblaban la isla que llamaban Quisqueya (madre de todas las tierras) y Ayití
(tierra de altas montañas), y que Colón renombró como La Española,
que incluye la parte que hoy ocupa la República de Haití.
El primer
asentamiento se remonta a 1493, el período cuando se asentaron los primeros
europeos en la isla, aunque fue fundada oficialmente el 5 de agosto de 1496 por
Bartolomé Colón con el nombre de La Nueva Isabela, después de uno anterior
construido por su hermano Cristóbal
Colón, ambos asentamientos llevaban su nombre en honor a la reina de
Castilla Isabel I. Luego más tarde pasó a llamarse "Santo
Domingo", en honor a Santo Domingo, quien fue el patrono de Domenico Colombo, padre de Cristóbal Colón.
La Catedral Primada de América: También
conocida como Catedral de Santo
Domingo o Catedral Santa María
la Menor, es la primera catedral de América y comenzó a construirse en el año 1512.
Dedicada a Santa María de la Encarnación, La arquitectura del edificio se
caracteriza por sus sólidas paredes y sus tres puertas, dos de ellas góticas en
contraste con la tercera y principal de estilo plateresco.
La
catedral contiene un vasto tesoro artístico constituido con retablos, cuadros,
ebanistería antigua, mobiliario, monumentos y lápidas funerarias, entre otros
objetos. Se destacan los mausoleos de los arzobispos del período colonial, y también es de mencionarse la lápida funeraria de Simón Bolívar, uno de los
antecesores del Libertador. Albergó durante muchos años los restos de
Cristóbal Colón, que posteriormente se trasladaron al Faro Colón.
Alcázar de
Colón: Testigo del pasado colonial del país, fue construido en un solar sobre
los farallones que miran hacia el río Ozama. Concedido a don Diego Colón,
hijo primogénito del descubridor de América, por el rey Fernando el Católico para que edificara una morada para él y
sus descendientes durante su estancia en esta isla, a la cual llegó en 1509 en
calidad de gobernador.
La
construcción se llevó a cabo entre los años de 1511 y 1514, y se desconoce el
nombre del arquitecto que la llevó a cabo. De estilo gótico mudéjar mayormente,
el Alcázar tiene también algunas características renacentistas, notorias en sus
arcadas, así como del estilo isabelino observables en las borlas que lo
adornan. El edificio se construyó utilizando mampostería de rocas coralinas.
Fue la
primera residencia de este tipo construida en la época colonial. Por él pasaron
grandes conquistadores españoles como Hernán Cortés y Pedro de
Alvarado. Es la única morada conocida de algún miembro de la familia
Colón. En el palacio nacieron Juana, Isabel, Luis
y Cristóbal Colón de Toledo, hijos de don Diego Colón y su esposa doña María Álvarez de Toledo. Diego Colón murió en España
en 1526 pero Doña María de Toledo, su esposa, permaneció en él hasta su
fallecimiento en 1549. Tres generaciones de la familia Colón de Toledo lo
habitaron, posiblemente hasta el año de 1577.
Posiblemente en
1586 el pirata inglés Francis Drake, durante su invasión a la isla de La Española
destruyó o se llevó objetos de valor de la antigua casa de Diego Colón.
Monasterio de San Francisco: Es una de las ruinas más importantes de la República Dominicana, pues fue el primer monasterio del nuevo
mundo. Iniciada su construcción en 1508, fue una de las maravillosas obras de Nicolás de Ovando, si bien un huracán lo derrumbó,
dejándolo en ruinas.
Museo
de las Casas Reales: Conocido como Palacios Reales, llamado así durante la época de la colonia, tenía como sede dos palacios
que datan del Siglo XVI.
Construido en 1511 por órdenes de la Corona Española, bajo el reinado de Fernando II de Aragón, con la finalidad de alojar a las
principales oficinas gubernamentales de la época, fue llamado como Edificio de las Casas Reales, ya que
en él se encontraba la Real Audiencia, primer tribunal del Nuevo Mundo,
también utilizado como Residencia de
los Gobernadores, Generales Capitanes de la época y otros ilustres como Nicolás de Ovando, Bartolomé Colón y Louis Ferrand, entre otros.
Desde 1976 se utiliza este edificio como museo para resaltar
la historia, vida y costumbres de los habitantes de La Española
durante la época colonial. En la actualidad es uno de los más vistados y
concurridos por los turistas de Santo Domingo, ya que se encuentra ubicado en la Zona Colonial.
Fortaleza
Ozama: Construida hacia 1508, su nombre se debe a su ubicación cercana del Río Ozama,
si bien durante la época colonial era llamada la Torre del Homenaje, para
rendir homenaje a todos los conquistadores españoles en América.
Esta fortaleza es la más antigua de las
construcciones hechas en América y en la isla, y su principal objetivo fue proteger a la ciudad de los diversos ataques de los piratas y
conquistadores ingleses, franceses y portugueses.
Panteón de
la Patria: El edificio fue una de las últimas edificaciones construidas por
los españoles en suelo dominicano. No se sabe con certeza la fecha del inicio
de su construcción pero algunos historiadores suponen que fue entre los años
1714 y 1755 y se le atribuye a Jerónimo Quezada y Garçon.
Sirvió originalmente
como una iglesia de la orden de los jesuitas. Aquí los sacerdotes daban misa de espaldas a la congregación para que así todos estuvieran de frente a la figura de Jesucristo
y al altar. Cuando los jesuitas fueron expulsados del país en 1767, al edificio
le fueron dados diversos usos.
En 1958,
durante la era de Trujillo se restauró, bautizándolo como Panteón
Nacional, y utilizándolo como mausoleo para albergar los restos de los héroes nacionales,
civiles y militares. El majestuoso candelabro que cuelga en el centro de la
Capilla fue un obsequio del dictador español Francisco
Franco al General Trujillo. Justamente debajo del candelabro hay una llama que arde las 24 horas del día.
Iglesia y Convento de los Dominicos: Es una de las edificaciones católicas más antiguas del Continente Americano y la primera del Nuevo Mundo.
Construída hacia 1510, la Iglesia y Convento cuenta con una bella portada con
mucho esplendor, ya que se destaca la arquitectura gótica, barroco y gótico
isabelino, el cual predominó mucho en las construcciones de la época, no solo
en el país sino también en toda América.
Hoy día forma parte del conjunto de la
Zona Colonial,
como Patrimonio de la Humanidad.
Parque Colón: Es uno de los parques o plazas históricas de la Ciudad Colonial de Santo Domingo, el cual sirvió como centro principal de fiesta de la sociedad de la época colonial. Actualmente es utilizado como centro principal de actividades culturales y también forma parte del Patrimonio de la Humanidad de Santo Domingo.
Faro Colón: Es un monumento y museo
construido en 1992 para conmemorar el quinto centenario del descubrimiento de
América, así como a su descubridor el almirante Cristóbal Colón.
El Faro tiene una longitud de 800 metros de largo por 70 metros de ancho y alto, y esta construido en planta de cruz. Durante algunas noches proyecta mediante luz láser un crucifijo en el cielo, lo que ha sido objeto de polémicas pues significa un derroche energético importante en un país donde el fluído eléctrico escasea en muchas de sus horas del día.
El Faro tiene una longitud de 800 metros de largo por 70 metros de ancho y alto, y esta construido en planta de cruz. Durante algunas noches proyecta mediante luz láser un crucifijo en el cielo, lo que ha sido objeto de polémicas pues significa un derroche energético importante en un país donde el fluído eléctrico escasea en muchas de sus horas del día.
Se dice que aquí descansan los restos de
Cristobal Colón, si bien hay bastante polémica al respecto, pues estudios
recientes afirman que los mismos se encuentran en la Catedral
de Sevilla.
Boca Chica
Apenas dista unos 30km. de la capital Santo Domingo, y además, su bonita playa está protegida por un arrecife que se caracteriza por sus finas arenas y aguas color azul turquesa. Debido a estas condiciones de aguas tranquilas y cálidas, esta zona es muy visitada no sólo por los turistas, sino sobretodo por los residentes de Santo Domingo que durante los fines de semana se acercan hasta el lugar para disfrutar del Sol y de las múltiples actividades que se pueden realizar.
Los vendedores instalan tiendas en
todo el recorrido de la calle principal que corre paralelamente a la playa. Los
visitantes extranjeros, muchos de los cuales vienen a los hoteles en el área,
pueden comprar de todo, desde joyería, cigarros, arte, ropa, bebidas y
comidas típicas. Los hoteles y resorts se acomodan a cualquier presupuesto, así
como la amplia gama de restaurantes y clubes nocturnos.
La Romana
En la costa sureste, por una autopista de primera y entre
campos sembrados de caña de azúcar se llega a La Romana. La ciudad debe su
nombre a una antigua balanza romana de gran tamaño que en el siglo XVI servía para
pesar las mercancías que transitaban por el puerto, muy importante en aquella
época.
Playa Dominicus |
La Romana
se encuentra a una hora y media de Punta Cana y de la capital Santo Domingo,
convirtiéndose en uno de los destinos turísticos más populares en el país
debido a su cercanía con las hermosas playas de Bayahíbe y Dominicus, las paradisíacas islas de
Saona y Catalina y la infraestructura turística que se ha puesto en marcha, la
Casa de Campo, los Altos de Chavón, y su muelle de trasatlánticos, que lo
convierte en la parada por excelencia de los grandes buques que recorren el
Caribe, y convirtiéndola en una de las localidades más prósperas de toda la
Isla.
Casa de Campo: Este complejo es el buque insignia de la zona de La
Romana Todo Incluido. Construido en 1975 por la Gulf + Western es el principal
destino en el Caribe. Posee 3 campos de golf, uno de ellos el
famoso Teeth of the Dog o Diente de perro, que está en el puesto 25 del ránking mundial. El complejo turístico también posee su propio campo
de polo y una pista de aterrizaje privada. En 1984, la Casa de Campo fue
adquirido por la Central Romana Corporation.
Altos de Chavón: es una réplica de una aldea mediterránea del siglo XVII, situado
a pocos minutos de La Romana. Aquí podremos encontrar estudios de artistas,
tiendas de artesanía, galerías, restaurantes y bares para satisfacer todo tipo
de visitantes, viendo un espectáculo en el anfiteatro de 5000 asientos que
atrae a artistas de renombre.
Muelle: Durante el siglo pasado, el Puerto de La Romana ha sido utilizado para el
atraque de embarcaciones comerciales, principalmente para el transporte de
azúcar y melaza. Al superar la capacidad de su puerto, la Central Romana
Corporation ha construido su nuevo puerto en el lado este del
río. La plataforma en la orilla occidental fue renovado y el cauce del río dragado a una profundidad de 10,50 metros, siendo ampliado el puerto existente
en más de 40.000 metros cuadrados, instalando una moderna plataforma y terminal,
capaces de albergar dos grandes cruceros simultáneamente.
Otro de los principales atractivos para
escoger a La Romana como destino de vacaciones es el buceo, y una de las
excursiones más recomendables que podemos hacer será sin duda la que nos lleve
a ver los fondos que existen en las cercanías de la isla Catalina, uno de los mejores
sitios de buceo de República Dominicana. Desde la playa, una suave pendiente
lleva hasta el impresionante muro que desciende a más de 100 metros de
profundidad, con dos escalones a los 25 y a los 40 metros. Toda la pendiente de
la playa hasta el muro es un auténtico vergel tapizado de corales y fauna, una
plataforma de miles de metros cuadrados a menos de 3 metros de media de
profundidad, ideal para el buceo a pulmón. Cada centímetro de este fondo está
cubierto de esponjas y coral, y la profundidad de esta terraza varía de 1,5
a 6 metros. Sin duda, se trata de un lugar privilegiado en el que podremos
visualizar todo tipo de colorida fauna acuática.
El punto fuerte de la Romana es sin duda, la visita a la isla Saona. desde aquí parten constantemente lanchas y barcos con dirección a la isla que mejor muestra todos los encantos del caribe.
Isla Saona
La Isla Saona es la más grande de las islas pertenecientes a la República Dominicana, y forma parte de la provincia de La Altagracia, a unos 30 minutos en lancha de La Romana.
La superficie de la isla es de 115 km², y cuenta con preciosos arrecifes coralinos, lagunas costeras, gran diversidad de aves y especies de reptiles, además de interesantes yacimientos arqueológicos y cuevas antiguamente habitadas por los indígenas taínos, quienes denominaban esta isla como Andamay.
Cristóbal Colón la alcanzó en 1494
rebautizándola como Bella Savonesa en honor al savonés Miguel Cunneo, quien le
advirtió que no pertenecía a La Española. Sin embargo, el nombre de la isla fue
derivando hacia el de Savona, para quedarse más tarde en el actual Saona.
Protegida oficialmente desde 1975, está a la espera de ser considerada como
Patrimonio de la Humanidad, y sin duda, valores no le faltan.
Flora y Fauna
En el Parque Nacional del Este hay 539 especies endémicas de flora y la mayor parte se encuentra en la isla. También encontraremos varios ecosistemas: bosques semi-húmedos, matorrales y manglares, también llamados bosques salados.
En el canal de Catuano que separa la Isla Saona de la isla principal, se encuentran cuatro especies neotropicales de manglar: manglar negro, rojo, blanco y botón.
También existen 112 especies de aves, 40 de peces, 124 de moluscos, 10 de corales y varias de reptiles y mamíferos. Destacan las tortugas marinas (carey, tortuga verde, caguama y tinglar) y durante toda la visita te acompañarán gaviotas zancudas, flamencos y cotorras verdes (en peligro de extinción).
Con un poco de atención descubrirás iguanas rinoceronte, manatíes o murciélagos pescadores. Con un poco de suerte, durante el trayecto de ida o vuelta a la isla, el viaje puede ser acompañado por delfines y ballenas.
Cómo visitar isla Saona
Puedes llegar hasta desde
Bayahibe, Boca Chica, Juan Dolio, Bávaro y Punta Cana. El trayecto se cubre en
grandes catamaranes con capacidad para entre 40 y 50 personas en un mínimo de
hora y media. La excursión está disponible en todos los hoteles y
touroperadores de la zona y suele partir a primera hora de la mañana con la
intención de aprovechar al máximo la estancia en la isla.
Si llegas en lancha rápida desde los altos
de Chavón la ruta resulta muy interesante ya que pasas por tramos del río
del mismo nombre, en el que fueron rodadas partes de las pelis Apocalypse Now o
Parque Jurásico.
En los más habituales catamaranes, la
visita se suele combinar con fiesta, y nunca faltan la vitamina R, así llaman
los dominicanos al ron, los canapés, la fruta tropical y los ritmos de la
bachata o el merengue.
La visita tradicional incluye una parada en
Mano Juan, tiempo libre para disfrutar de la playa, almuerzo buffet,
recorrido por manglares o bancos de arena y parada en la “piscina más grande
del mundo”, una piscina natural de menos de un metro de profundidad situada a
400 metros de la costa donde el "rito" marca bajarse a hacer un
brindis y sacarse fotos con las estrellas de mar.
Qué ver en la isla
Al ser una isla celosamente protegida,
Saona no permite más edificaciones que las que verás, y dos únicos asentamientos: Catuano y Mano Juan.
Catuano es un destacamento de la Marina ubicado en el extremo oeste de
la isla
Mano Juan se trata del pueblo principal de la isla, y se encuentra ubicado al sur. Es un bonito pueblo de pescadores con
casas de madera pintadas de color pastel donde vive la mayor parte de la
población de la isla.
En Mano Juan se encuentra la playa más
extensa de la isla, donde cada touroperador dispone de una zona privada con
comedor (en cuyos "chiringuitos" no faltan las langostas asadas) y la
zona de hamacas.
Si quieres recorrer la isla a tu aire,
puedes optar por dos senderos. El primero discurre durante 13 kilómetros entre
Punta Catuano y Mano Juan, pasando por la Laguna de los Flamencos y Punta
Cacón. Allí se encuentra la Cueva de Cotubanamá, en recuerdo al
cacique taíno que se refugió en ella a principios del siglo XVI, huyendo de las
matanzas de Nicolás de Ovando, aunque finalmente fue capturado y ejecutado en
Santo Domingo.
El segundo itinerario va de Mano Juan a
Punta Cruz, cubriendo 12 kilómetros y verás el arrecife de Caballo Blanco
que se encuentra frente a la isla. También un galeón del siglo XVIII hundido
donde pueden observarse cañones, anclas, municiones y objetos de metal en el
fondo marino. Un enclave arqueológico sumergido ideal para los amantes del
buceo.
Punta Cana y Playa Bávaro
Situada en la provincia de La Altagracia, Punta Cana es un cabo que se encuentra en el extremo sureste de la República Dominicana. Es el mayor de los destinos turísticos en la isla, con más
de 50 kilómetros de playas de arenas blancas, aguas cálidas y cristalinas, exuberantes cocoteros y algunos de los mejores campos de golf a nivel
internacional.
La gran infraestructura hotelera en la zona a base de resorts con todo incluido, unido a las facilidades del aeropuerto internacional Punta Cana estratégicamente ubicado y las infinitas opciones de excursiones y actividades, hacen de Punta Cana el destino ideal para divertirse al ritmo del
merengue y la bachata.
En la zona también se ha desarrollado
vertiginosamente el turismo inmobiliario con grandes proyectos residenciales y
de lujo, muchos de ellos con campos de golf muy cercanos.
Al norte de Punta Cana se extiende la inmensa playa Bávaro, la más conocida de República Dominicana, y que alberga la mayor parte del turismo de la isla, encontrándose repleta de hoteles y resorts de gran lujo en los cuales no falta de nada. Considerada por el gobierno de República Dominicana
como tesoro nacional por la riqueza de su flora y fauna y por las bellezas
naturales que allí se aprecian, las playas son de arena
blanca y fina, y el mar de un suave color azul verdoso, sin alcanzar el turquesa
de las playas caribeñas situadas más al sur. El mar presenta generalmente oleaje
y la playa se hunde muy rápidamente en el mar, y aunque el agua siempre es transparente, abundan las algas en algunas áreas. La climatología es constante, con
temperaturas medias de 26 °C.
La mayor de las poblaciones y capital de la provincia de La Altagracia es Higüey. La ciudad esta ubicada a unos 40 kilómetros de Punta Cana, siguiendo la carretera que lleva dirección a La Romana.
Es el centro religioso de los
dominicanos ya que aquí es donde se encuentra
la Basílica de Nuestra Señora de la Altagracia, patrona de la
República Dominicana. Construida en 1954 para reemplazar un antiguo santuario
en el cual se apareció La Altagracia, tiene una estructura en forma de cruz latina,
la puerta principal está hecha de bronce con un baño de oro de 24 kilates,
y además posee un campanario de 45 campanas hechas de bronce. En
esta basílica se aglutinan el 21 de enero millares de
dominicanos para rendirle culto a la Virgen de la Altagracia.
Además de ser un núcleo religioso, Higüey también es un
pueblo próspero que posee un gran desarrollo económico debido al turismo, y si bien carece de grandes o vistosos monumentos, merece la pena una parada en la localidad para disfrutar de sus gentes.
Samaná
Se trata de una de las zonas más vírgenes de República
Dominicana, y quizás el secreto mejor guardado de la isla.
Es una península con más 850 km2 que impresiona por sus contrastes de verdes lomas y playas de arenas blancas, más incluso que la mayoría de las islas del Caribe, ofreciendo todo lo necesario para sentirse parte de la naturaleza más salvaje.
Los grandes hoteles todo incluido son la excepción en Samaná, pues desde sus inicios se ha mantenido como destino para el turismo independiente y, aunque el auge inmobiliario ha tomado bastante fuerza, los pequeños hoteles se mantienen como uno de sus principales atractivos.
La economía de esta provincia gira alrededor de los destinos de playa, si bien entre los monumentos más destacados también se encuentran otros reseñables como el Parque Nacional de Los Haitises, la cascada Salto El Limón o la preciosa isla de Cayo Levantado.
Parque Nacional de los Haitises: Ubicado en la Bahía
de Samaná y ocupando parte de las provincias de Monte Plata y
Hato Mayor, es una visita obligada. Consta de 208 Km2 y está formado por una vegetación
tropical húmeda, lo que permite visitar el parque a través de sus fabulosos
manglares.
Haitises significa tierra alta o tierra de montañas, siendo sin duda uno de los más bellos ángulos
del país, por su formación geológica, su flora y su fauna, rico en ríos subterráneos, cavernas e islotes. Es parte de una plataforma kárstica que constituye uno de los mejores ejemplos de este tipo de formación geológica en la región del Caribe.
Contiene elementos paisajísticos
impresionantes como la Bahía de San Lorenzo y los diferentes cayos,
destacando el Cayo de los Pájaros, poblado constantemente de pelicanos. Al encontrarse junto a la costa, contiene una avifauna variadísima con multitud de
especies de aves endémicas, nativas y migratorias únicas en el país.
Se puede
visitar sólo por vía acuática, partiendo de Sabana de la Mar o de Samaná, y con previo permiso de la Dirección Nacional de Parques se organizan paseos los
fines de semana.
El Salto del Limón: Se encuentra a unos 300 m. del nivel del mar y su recorrido puede realizarse bien a pie o bien montando a caballo o mula en un trayecto, de entre una y dos horas, por medio de un denso bosque húmedo tropical. Normalmente se utiliza para llegar al Salto del Limón el Sendero "El Café", un sendero con multitud de paradas donde se puede adquirir comida y bebida típica dominicana así como productos locales como café, cacao, toronja, cocos y artesanía.
El paisaje alrededor del Limón es precioso, con pequeñas casas pintadas de colores vivos y hechas a mano normalmente de madera que alinean las calles y el paisaje.
La Cascada de 40 metros de altura se origina en el punto donde las aguas de Arroyo Chico desciende para desembocar en el río Limón, formando una piscina fresca de aguas cristalinas donde darse un baño totalmente relajante. La superficie que ocupa el área protegida es de 18 kilómetros cuadrados.
Cayo Levantado: Situada a la entrada de la Bahía de Samaná, esta isla de apenas 1 kilómetro cuadrado, es un lugar perfecto para escaparse un día y disfrutar de sus hermosas dos playas de aguas turquesas como cristal y arena blanca, idelaes para nadar o practicar el snorkeling.
Cruzar Cayo Levantado de punta a punta en tan sólo quince minutos y contemplar la hermosa vegetación y el asombroso paisaje que desde allí se divisa lo convierten en un lugar idílico para los visitantes.
Esta isla es internacionalmente conocida como "Isla Bacardi" pues en ella se encuentra el famoso hotel Gran Bahía Príncipe Cayo levantado, así como las palmeras que aparecen en los anuncios de la conocida marca de ron.
Para llegar a esta isla se debe tomar una embarcación en Samaná, y ya una vez en la isla, los nativos suelen ofrecer servicios de comida típica, bebidas y actividades acuáticas acompañadas de música de la región.
Playa Rincón: Ubicada en Las Galeras, está
considerada una las diez playas más hermosas del mundo por sus
condiciones naturales.
De arena blanca y fina y agua azul
turquesa está rodeada de una espesa y singular vegetación, y se caracteriza por estar prácticamente desierta, con pequeños hoteles alrededor. Sus costas son también ideales para la práctica de la vela o el windsurf.
Jarabacoa
Reconocida por ser la cuna del
ecoturismo en el país, se encuentra situada en las montañas de la Cordillera Central, provincia de La Vega. Este destino se ha caracterizado por tener una
agradable temperatura que oscila entre los 16ºC y los 22ºC, aunque en época de
invierno podría bajar hasta los 7 grados centígrados. No en vano muchos la
conocen como "la ciudad de la eterna primavera", llegando incluso a cultivarse frutas como la fresa y una gran variedad de flores.
Por Jarabacoa pasan tres ríos: el Baiguate, el Jimenoa y
el Yaque del Norte, uno de los principales del país. Estos ríos mantienen en boga la práctica de actividades acuáticas tales como el "rafting". En sus ríos además se puede pasear en tubo, bajar por los cañones de los Saltos de Jimenoa y Baiguate, o hacer descensos verticales
con cuerda.
Jarabacoa es el principal punto de acceso a
las montañas de la Cordillera Central: Pico Duarte, La Pelona y La Rusilla,
conocidas también como los Alpes del Caribe, ya que son los más altos de la
región.
El Pico Duarte junto con la Pelona son dos picos mellizos, y se alzan como los puntos más elevados de las Antillas
Mayores. Según algunas
hojas topográficas los dos picos tienen la misma altura de 3087m., sin embargo,
mediciones con altímetro muestran que La Pelona queda algunos metros por debajo
de la altura del Pico Duarte, encontrándose ambas cimas divididas por el Valle de Lilís. Otras elevaciones importantes en los
alrededores son la Loma La Rusilla (3038m.) o la Loma de la Viuda (2801m.).
El viaje más corto para llegar al Pico Duarte se hace por Manabao, existiendo varias rutas y excursiones que podemos realizar en el lugar, de entre las cuales se adjuntan las siguientes:
1. Jarabacoa - Manabao - La
Ciénaga - Los Tablones - La Cotorra Agüita Fría - La Compartición - Pico
Duarte
2. El Pedregal - Mata Grande -
Loma del Oro - El Rodeo - Valle de Bao - La Pelona - Vallecito de Lilís - Pico
Duarte
3. Presa de Sabaneta – Alto de la Rosa – Agüita Fría – Macutico La
Pelona –Vallecito de Lilís – Pico Duarte
Santiago de los Caballeros
Es la metrópolis de la región
central y la segunda ciudad en tamaño de República Dominicana. Ubicada en el
valle del Cibao y con casi 1 millón de habitantes, es una ciudad muy activa y
muy productiva, lo cual explica su gran número de restaurantes y vida nocturna.
Los inicios de la ciudad datan
desde el año 1495 cuando el almirante Cristóbal Colón construyó una fortaleza a
orillas del río, que hoy lleva el nombre de Yaque del Norte. Sin embargo, su
nombre de Santiago de los Caballeros llegó en el 1504 por disposición de
Nicolás de Ovando, quien albergó a los 30 caballeros de la orden española de
Santiago que llegaron procedente del fuerte de La Isabela, establecido
anteriormente en Puerto Plata.
Popularmente la llaman “ciudad
corazón” ya que está en el centro de la isla. Es la cuna del tabaco y el
merengue y también del ron, distinción que comparte junto con Puerto Plata.
Nunca deje de pasearse por la emblemática calle El Sol, siempre llena de
comercios, hoteles, restaurantes, bares y una amplia gama de negocios. Al
norte de la calle, el Parque Duarte, muy popular entre los locales, es un gran
ejemplo del estilo de vida sosegado de Santiago.
A todos los que son amantes del
tabaco, el lugar perfecto es el Museo del Tabaco, donde aprenderán acerca del
arte de hacer tabacos (puros) mientras compran algunas de las marcas más
conocidas del país. Si ciertamente es usted un conocedor de tabacos, sería un
pecado salir del Valle del Cibao sin detenerse en este museo, único en su
estilo.
Puerto Plata
Un litoral con algo más de 100 kilómetros de playas,
comunidades de hoteles-resorts y pueblos costeros, Puerto Plata se sitúa como
la capital del norte, entre las aguas del Atlántico y las majestuosas montañas
de la cordillera Septentrional. Además, es la provincia donde se encuentran los
restos del primer asentamiento europeo en tierra americana cuando las famosas
tres carabelas del almirante Cristóbal Colón tocaron tierra en 1492 y la cual
se denominó La Isabela.
Bautizada como "Costa Ámbar" por sus ricos
depósitos de ámbar, Puerto Plata es la mayor provincia de la costa norte con
más de 300.000 habitantes que se engalana con sus preciosas casas victorianas
de finales del siglo XIX y con una fortaleza San Felipe que data del 1577.
En Puerto Plata se disfruta de playas, eco-aventuras, turismo
cultural y deportes marinos. La costa norte es para quienes buscan unas vacaciones
activas.
Las playas tradicionales han sido Sosúa, Cabarete y Playa Dorada, en
cuyo alrededor se encuentra todo un complejo de hoteles y un excelente campo de
golf diseñado por Robert Trent Jones Sr.
Montecristi es como un viaje al pasado. El renombrado
pirata inglés Sir Francis Drake utilizaba esta región para abastecer sus barcos
y para esconderse de la flota española. Se conocen decenas de barcos de la
flota española hundidos en sus aguas, y muchos de ellos a poca profundidad.
De los años de prosperidad, a finales del siglo XIX y por
sus exportaciones de madera, quedan aún varias residencias construidas al
estilo victoriano con sus amplios bulevares. Españoles, alemanes, italianos y franceses dejarían su marca en
esta ciudad, y todavía hoy en día la Alianza Francesa es responsable de muchas de
las actividades culturales de la ciudad.
Sin embargo, el mayor atractivo de la provincia de
Montecristi sigue siendo sus bien preservados recursos naturales que forman
parte del Parque Nacional Montecristi, entre ellos el Morro de Montecristi, una
imponente meseta contemplando el océano Atlántico.
Se reconoce que los corales de Montecristi son los
mejores preservados en el país. Las excursiones de tipo eco-turístico para
observar manglares, cayos y descubrir grandes y pequeñas playas son propias de
este destino para los turistas más aventureros.