Con una población de más de 271.000 personas, esta ciudad se constituye como la capital de la región del Véneto.
Tiene un rico e histórico pasado que viene de siglos atrás. Además de la invasión romana, la ciudad sufrió los ataques durante el siglo V, por Atila y sus legendarios hunos (de hecho en una céntrica plaza de la isla de Torcello se dice que todavía está su trono). Más tarde, Venecia se convirtió en el centro de un poderoso imperio, y debido a su ubicación, y a los residentes que comerciaban con los bizantinos y los países musulmanes, la ciudad llegó a ser una de las más ricas de Europa. Ha sido el hogar de grandes artistas, científicos y filósofos a lo largo de los siglos, y sigue siendo un monumento permanente por su variada historia.
Gran parte de lo exhibido en la ciudad ha ido llegando a lo largo de los siglos como los caballos de bronce que se hallan en el Museo de la Basílica San Marcos y que fueron parte del botín que los venecianos trajeron de Constantinopla durante la cuarta cruzada en 1204. Y es que durante siglos, Venecia fue la entrada a Europa de riquezas, de corrientes artísticas, de especias de Oriente, incluso de la peste.
Conocida también como la ciudad del agua, esta ciudad se encuentra en el centro de una laguna constituida por multitud de islas. Solamente el centro de Venecia está formado por 118 pequeñas islas con más de 400 puentes que las unen y forman un único territorio, dividido en seis antiguos distritos administrativos o “sestiere”, tres a cada lado del Canal Grande. Este canal, al que los venecianos llaman el “Canalizzo”, es la calle principal de Venecia y divide la ciudad en dos: la parte este, que tiene tres “sestieres”, y la oeste, con otros tres “sestieres”.
Tiene un rico e histórico pasado que viene de siglos atrás. Además de la invasión romana, la ciudad sufrió los ataques durante el siglo V, por Atila y sus legendarios hunos (de hecho en una céntrica plaza de la isla de Torcello se dice que todavía está su trono). Más tarde, Venecia se convirtió en el centro de un poderoso imperio, y debido a su ubicación, y a los residentes que comerciaban con los bizantinos y los países musulmanes, la ciudad llegó a ser una de las más ricas de Europa. Ha sido el hogar de grandes artistas, científicos y filósofos a lo largo de los siglos, y sigue siendo un monumento permanente por su variada historia.
Gran parte de lo exhibido en la ciudad ha ido llegando a lo largo de los siglos como los caballos de bronce que se hallan en el Museo de la Basílica San Marcos y que fueron parte del botín que los venecianos trajeron de Constantinopla durante la cuarta cruzada en 1204. Y es que durante siglos, Venecia fue la entrada a Europa de riquezas, de corrientes artísticas, de especias de Oriente, incluso de la peste.
Los Sestiere de Venecia
Conocida también como la ciudad del agua, esta ciudad se encuentra en el centro de una laguna constituida por multitud de islas. Solamente el centro de Venecia está formado por 118 pequeñas islas con más de 400 puentes que las unen y forman un único territorio, dividido en seis antiguos distritos administrativos o “sestiere”, tres a cada lado del Canal Grande. Este canal, al que los venecianos llaman el “Canalizzo”, es la calle principal de Venecia y divide la ciudad en dos: la parte este, que tiene tres “sestieres”, y la oeste, con otros tres “sestieres”.
El “sestiere” de San Marcos, con la majestuosa basílica y el elegante Palacio Ducal, es uno de los lugares con más turistas y el más caro de la ciudad. Al norte de San Marcos, está el “sestiere” de Cannaregio y al este, el de “Castello”, los dos son barrios residenciales, tranquilos e interesantes de ver. En el barrio de Cannaregio encontraremos el barrio judío más antiguo del mundo. Es un lugar muy curioso que merece ser visitado. Se trata de un islote separado del resto de venecia por motivos de segregación, y que en su época era cerrado al público en horario nocturno.
En el otro lado del Canal Grande, están los “sestieri” de Dorsoduro, Santa Croce y San Polo, éste último es el más vivo y comercial en esta parte del canal. Cada “sestiere” tiene sus particularidades y es interesante descubrirlas, por eso se aconseja visitarlos todos, en la medida de lo posible, para descubrir sus encantos.
Recorriendo el Gran Canal
Descubriendo la ciudad
Es importante destacar que si en vez de llegar en avión viajas a Venecia en coche, bien de tu propiedad o alquilado, recuerda que en Venecia no hay calles, sino canales. Por tanto, sólo hay una gran zona donde puedes aparcar el coche en Venecia, a la entrada de la ciudad, en donde hay aparcamientos públicos, pero de pago y además, muy muy caros.
Por ello, mucha gente accede a la ciudad en tren, que podemos tomar en alguno de los pueblos cercanos, como Padua o Mestre, y desde aquí acceder hasta la ciudad.
Recorriendo el Gran Canal
El mejor lugar para empezar nuestro recorrido es la estación Ferroviaria Santa Lucia, punto de llegada para la mayor parte de los viajeros. El primer impacto que se obtiene al salir de la estación ferroviaria es inolvidable: nos encontramos a la bellísima Venecia en todo su esplendor, con el canal grande justo frente a ti, en una unión de luces y colores con los reflejos del agua y el juego de luz y sombra de los palacios y casas alrededor.
A ambos lados de este gran canal, asoman los palacios más asombrosos de la ciudad, entre los que se encuentran Ca’ Pesaro (que hospeda la Galería Nacional de Arte Moderna), Ca’Rezzonico (Museo del setenciento veneciano), Ca’Corner (Museo de Arte Contemporáneo), Palazzo Grassi y la más bella de todas: Ca’d’Oro, que contiene un bellísimo y rico museo que vale la pena visitar. Construido en 1442, este edificio tiene una impresionantemente fachada decorada en mármol dorado, típico del temprano estilo renacentista. El palacio es asimétrico, provocando una extraña sensación cuando el espectador lo observa.
La Plaza de San Marcos
Plaza San Marcos, es la única en Venecia que lleva el nombre de “Plaza”, todas las otras se llaman “Campo”. Justo en esta plaza los fundadores de la ciudad se establecieron cuando huían de Malamocco y buscaban un lugar más estable, fundando el Palacio Ducal como la fortaleza de la ciudad y la Basílica de San Marcos como iglesia; primeros edificios de lo que llegaría a ser uno de los lugares más visitados del mundo.
Hoy en día, este bello conjunto se ve complementado junto con la Torre del Reloj del año 1496 y desde cuya terraza salen cada hora las esculturas de los “moros” a sonar las campanas, así como el altísimo campanario de San Marcos, antiguo faro marinero y prototipo de todos los campanarios de la laguna.
Otros lugares muy fotografiados son el Puente de los Suspiros, y los Jardines Reales, ambos a escasos metros de la plaza.
La bellísima Basílica de San Marcos se constituye como una catedral medieval de gran tamaño, que con su imponente fachada llena de coloridos mosaicos y con sus torretas y agujas góticas es la protagonista absoluta de toda la plaza. El interior de la Catedral, sorprende por sus detalles, sus columnas imponentes, y sobre todo sus detallados mosaicos con fondo dorado, que con el brillo de luz natural que penetra por las ventanas.
Dirigiéndose hacia el embarcadero de góndolas al frente del Palacio Ducal, encontramos el famoso puente de los suspiros. Este hermoso puente construido en piedra blanca que comunicaba el antiguo tribunal con la prisión recibe este nombre ya que los prisioneros que transitaban por allí caminando desde el tribunal hasta la prisión, se detenían por pocos segundos mirando por las ventanitas la bellísima vista de la Laguna de Venecia, y suspirando al saber que quizás no volverían a ver más la luz del sol.
Gran Canal desde el puente Degli Scalzi |
Desde que Venecia se convirtió en una potencia, este canal ha sido la vía principal para el transporte de la ciudad. Antiguamente estaba lleno de barcos que iban hasta Rialto, aunque hoy, en cambio, navegan “vaporettos”, góndolas y lanchas que van y vienen de una orilla a la otra para que los turistas puedan admirar los preciosos palacios de las dos riberas. Con una anchura entre 30 y 50 metros, y casi 6 metros de profundidad en todo su recorrido de 4 kilómetros, el canal nos transporta a lo largo de la ciudad, dividiendo la isla en dos partes dibujando una enorme “ese”.
A orillas del “Canalasso” (así llaman los venecianos al canal Grande) se levantan más de 200 bellísimos palacios que formaron parte de la aristocracia Veneciana, construidos en un periodo de unos quinientos años sobre antiguos palafitos de madera, ejemplos de arquitectura veneciana que nadie puede perderse.
A orillas del “Canalasso” (así llaman los venecianos al canal Grande) se levantan más de 200 bellísimos palacios que formaron parte de la aristocracia Veneciana, construidos en un periodo de unos quinientos años sobre antiguos palafitos de madera, ejemplos de arquitectura veneciana que nadie puede perderse.
Atravesar el Canal Grande de Venecia navegando sea en góndola, taxi o vaporetto es una de las cosas que no pueden dejar de hacer si visitan Venecia. Recomendable hacerlo sea de ida desde la estación hasta Plaza San Marcos (embarcadero de San Zacarías) o en sentido contrario al momento de regresar a la estación de trenes Santa Lucía. Se aconseja tomar la línea 1 del vaporetto, que va despacio, tarda unos 40 minutos, para que la gente pueda apreciar las diferentes iglesias y los muchos palacios.
El canal tiene cuatro puentes a lo largo de su recorrido: el más moderno puente de Calatrava, puente degli Scalzi, de Rialto y dell’Accademia. El Puente de Rialto es el más famoso de Venecia, y hasta el 1854 fue el único puente que atravesaba el Canal Grande. El puente que admiramos hoy en día fue construido en el 1588 sustituyendo un puente levadizo de madera que consentía el paso de embarcaciones grandes. El puente de Rialto está dividido en 3 rampas: dos a los bordes y uno central, y entre cada rampa se encuentra una hilera de negocios de artesanía y souvenir, unidos en el centro por un enorme arco.
Los Palacios del Gran Canal
Puente de Rialto |
A ambos lados de este gran canal, asoman los palacios más asombrosos de la ciudad, entre los que se encuentran Ca’ Pesaro (que hospeda la Galería Nacional de Arte Moderna), Ca’Rezzonico (Museo del setenciento veneciano), Ca’Corner (Museo de Arte Contemporáneo), Palazzo Grassi y la más bella de todas: Ca’d’Oro, que contiene un bellísimo y rico museo que vale la pena visitar. Construido en 1442, este edificio tiene una impresionantemente fachada decorada en mármol dorado, típico del temprano estilo renacentista. El palacio es asimétrico, provocando una extraña sensación cuando el espectador lo observa.
Pero si hay un palacio famoso en esta ciudad, sin duda este es el Palacio Ducal. Se trata de uno de los palacios más importantes y famosos de Venecia. Ubicado en la plaza San Marcos, este palacio fue y sigue siendo un claro ejemplo de la gloria y poder que alcanzó la ciudad durante el siglo XI. Construido en 1442 es el mejor ejemplo de gótico veneciano y uno de las mejores obras arquitectónicas del arte renacentista. Fue sede del gobierno de la república Marinara de Venecia, además de ser el palacio de justicia y la residencia del Dogo. Hoy en día contiene en su interior un museo donde es posible admirar los salones decorados con muebles de la época, junto a una amplia colección de arte y artefactos históricos. Es interesante visitarlo durante diferentes momentos del día, pues al atardecer el palacio se torna un poco rosado, reflejando intensos colores.
Palacios y puntos de interés del sestiere de San Marco |
La Plaza de San Marcos
Plaza San Marcos, es la única en Venecia que lleva el nombre de “Plaza”, todas las otras se llaman “Campo”.
Hoy en día, este bello conjunto se ve complementado junto con la Torre del Reloj del año 1496 y desde cuya terraza salen cada hora las esculturas de los “moros” a sonar las campanas, así como el altísimo campanario de San Marcos, antiguo faro marinero y prototipo de todos los campanarios de la laguna.
Otros lugares muy fotografiados son el Puente de los Suspiros, y los Jardines Reales, ambos a escasos metros de la plaza.
La bellísima Basílica de San Marcos se constituye como una catedral medieval de gran tamaño, que con su imponente fachada llena de coloridos mosaicos y con sus torretas y agujas góticas es la protagonista absoluta de toda la plaza. El interior de la Catedral, sorprende por sus detalles, sus columnas imponentes, y sobre todo sus detallados mosaicos con fondo dorado, que con el brillo de luz natural que penetra por las ventanas.
Dirigiéndose hacia el embarcadero de góndolas al frente del Palacio Ducal, encontramos el famoso puente de los suspiros. Este hermoso puente construido en piedra blanca que comunicaba el antiguo tribunal con la prisión recibe este nombre ya que los prisioneros que transitaban por allí caminando desde el tribunal hasta la prisión, se detenían por pocos segundos mirando por las ventanitas la bellísima vista de la Laguna de Venecia, y suspirando al saber que quizás no volverían a ver más la luz del sol.
Muy cerca de la famosa Plaza de San Marcos, encontramos los Jardines Reales de Venecia, un oasis en medio de la ciudad. Fueron creados por orden de Napoleón y para su realización fueron destruidos varios edificios antiguos. Diseñado a la perfección para donar un ambiente de tranquilidad y armonía, la entrada es gratis y pueden tomarlo como punto de reposo después de caminar por toda Venecia.
Iglesia de Santa María de la Salud
La Iglesia de Santa María de la salud fue construida en el año 1631 como agradecimiento a Dios por la fin de la peste: una grave enfermedad que mató a 3/5 de la población Veneciana. Se encuentra ubicada al lado de la antigua Aduana, al otro lado de la Plaza San Marcos. Lo que más atrae es su construcción de planta circular en piedra blanca y sin duda su altura ya que tiene una cúpula visible desde muchos puntos de la ciudad.
Desde esta iglesia se puede caminar a lo largo de Le Zattere, un hermoso recorrido que desde la orilla Sur nos llevará hasta el puerto ferroviario, pudiendo admirar la vecina Isla de la Giudecca y su amplio canal.
Desde esta iglesia se puede caminar a lo largo de Le Zattere, un hermoso recorrido que desde la orilla Sur nos llevará hasta el puerto ferroviario, pudiendo admirar la vecina Isla de la Giudecca y su amplio canal.
Las fiestas de Venecia
Venecia no sería Venecia sin su Carnaval. Una de las fiestas más importantes de Italia, y porque negarlo, del mundo entero, que cada año atrae una marabunta de gente que quiere vivirla al menos una vez en la vida.
Uno puede pensarse que en Venecia no hay más que fiestas porque a lo largo del año tienen un calendario lleno de eventos y actividades como la Ascensión, la Salute, la Fiesta del Redentor, la Regata Histórica, el Festival de Cine, o la Biennale. Pero afortunadamente para algunos no todo es jolgorio, sus museos son un reclamo de la cultura de Venecia, los más destacados son la Galería de la Academia, el Museo Storico Navale, Museo del Settecento, o la colección de arte contemporáneo del Museo Peggy Guggenheim.
Las otras islas de Venecia
Torcello fue la isla más poblada de la república veneciana, con más de 20.000 habitantes, cuando la población de tierra firme se vio obligada a refugiarse en la isla debido a las invasiones de lombardos y hunos. Conservó su hegemonía durante 1.000 años, pero un brote de malaria diezmó la población y el poder se trasladó a Venecia.
La llegada a Torcello es como el inicio de la segunda parte de "El Padrino", un paisaje muy decadente y rural, amenizado por algunos puestos de regalos. Realmente es como volver atrás en el tiempo.
Una parada obligada en Torcello es el trono de Atila que se encuentra en la plaza del pueblo. Cuenta la creencia popular que este sillón de mármol fue el trono del rey de los hunos.
La Basílica de Santa María dell’Assunta es el edificio más antiguo de la laguna. En él se pueden contemplar maravillosos mosaicos bizantinos de los siglos XII y XIII. La basílica, fundada en el año 639, aún conserva un pórtico con arcos del siglo IX.
Torcello está a 5 minutos de Burano. Esta isla, con más de 4.000 habitantes posee un inclinado campanario que se ve desde la lejanía. Situada al norte de Venecia, muy cerca de Torcello, es conocida por la producción de encaje de hilo. Sus casitas de colores nada más llegar al lugar son muy características. Los vecinos están obligados a pintar sus fachadas cada poco tiempo, y existe la leyenda de que están así pintadas para que los marineros pudieran reconocerlas en los días de niebla.
Murano es la isla más grande de la Laguna Veneciana por detrás de Venecia, teniendo una población de unos 5.000 habitantes. Es mundialmente conocida por su cristal, y aquí también se encuentra una de las iglesias más antiguas de la laguna: la Basílica de Santa María y San Donato.
Al ser el cristal el principal negocio de la isla, lo normal es que por las calles nos ofrezcan visitar alguna de las múltiples fábricas de cristal para ver como se sopla el vidrio. Si os quedáis con ganas de ver más cristal, en el Museo del Vidrio de Murano podréis ver más de 4.000 piezas entre las que se encuentran frascos fenicios, cálices, espejos y cuentas de caleidoscopio. La pieza más importante es una lámpara de araña de 330 kilos de peso.
El Lido de Venecia: La costa veneciana
Con más de 12 kilómetros de playa, Lido es uno de los principales destinos veraniegos de Italia. Se encuentra al este de Venecia, a sólo 10 minutos en vaporetto. A principios del siglo XX, era un destino de moda en Europa y la playa era frecuentada por artistas y escritores. Hoy en día es una playa muy masificada, pero que puede complementar perfectamente un viaje a Venecia en verano.
En el Lido también es el lugar en el que se celebra anualmente el festival de cine de Venecia entre la última semana de agosto y la primera de septiembre.
Mapa de la Laguna de Venecia y puntos de interés |