La comarca del bierzo se corresponde con la región natural situada al oeste de la provincia de León limitando con las provincias de Lugo y Ourense más al oeste, así como la provincia de Asturias en el Norte. Las principales poblaciones que comprenden esta comarca son Ponferrada, Bembibre, Cacabelos, Fabero y Villafranca del Bierzo, si bien la capital se sitúa en Ponferrada, que con más de 70.000 habitantes es el centro neurálgico y una de las principales poblaciones de toda la provincia de León.
Iglesia de Peñalba de Santiago |
La lengua oficial es el castellano pero con importante presencia del gallego y del leonés que se van acrecentando según se va de oriente a occidente y el norte, respectivamente. Según Menéndez Pidal, en la mitad Oeste de la comarca, la lengua tradicional es el gallego. En la mitad Este la lengua tradicional es el leonés. Actualmente hay voces expertas que dudan de la existencia de esa división o frontera explicando que es El Bierzo la frontera y por tanto de ahí que las influencia de uno y otro lleguen a Este y Oeste con numerosas formas híbridas, pudiendo decirse que la fusión de estas dos lenguas se ha convertido en idioma propio, el Berciano, que es hablado por muchos de los habitantes de esta zona.
Existe un incipiente turismo rural basado en gran medida en la belleza de sus paisajes naturales tanto de los Ancares y Las Médulas como del Camino de Santiago que transcurre a lo largo de estas tierras.
En El Bierzo se pueden encontrar también algunas de las más importantes muestras del arte mozárabe como la iglesia de Santiago de Peñalba y la de Santo Tomás de las Ollas, así como importantes muestras de otros períodos destacando el Castillo de Sarracín, en Vega de Valcarce, reconstruido en el S. IX para proteger el control sobre Galicia, y del cual todavía queda en pie parte de su estructura.
PONFERRADA
Capital de la comarca del Bierzo, con más de 70.000 habitanates y situada en la confluencia de los ríos Sil y Boeza, constituye una de las etapas principales del Camino de Santiago que cruza la provincia leonesa atravesando lugares como Hospital de Órbigo, Astorga, Cacabelos, el Monasterio de San Miguel de las Dueñas o Villafranca del Bierzo.
Sus primeros antecedentes hablan de una antigua ciudadela de la época romana, que a partir del siglo XI, con el auge experimentado por las peregrinaciones a Santiago de Compostela permitiría el surgimiento del burgo de Pons Ferrata, situado en plena ruta jacobea y denominado así por la construcción de un puente reforzado con hierro hacia 1082 por orden del obispo Osmundo de Astorga para facilitar el paso de los peregrinos al otro lado del río Sil.
Hacia el año 1178, el rey leonés Fernando II puso bajo la custodia de la Orden del Temple este núcleo floreciente, y los templarios se sirvieron de la primitiva fortaleza romana para construir sobre ella un castillo en el que se establecieron y que, al tiempo, protegía el paso de los peregrinos. Este hecho favoreció el crecimiento demográfico y supuso el desarrollo comercial de la zona.
El Castillo se alza sobre el río Sil presidiendo el casco histórico de la ciudad. Esta fortaleza medieval, de planta poligonal, fue comenzada a construir hacia finales del siglo XII. A ella se accede por su lado sur a través de un puente levadizo sobre el foso. Mientras, la fachada principal está flanqueada por dos torreones unidos por un doble arco de medio punto. En torno a un gran patio interior aparecen diversas estancias, como el gran patio interior, la Sala de Armas o Las Caballerizas, sin olvidar su Torre del Homenaje y otras como las de Malpica, de Cabrera, Malvecino, etc.
A los pies del Castillo se extiende el casco antiguo de la ciudad, al que se entra por la Calle del Reloj. Es en esta vía donde se levanta la Torre del Reloj, construida bajo el reinado de Carlos I, en el siglo XVI, sobre una de las puertas del antiguo recinto amurallado. Junto a la Torre del Reloj se sitúa el Convento de las Madres Concepcionistas, y el final de esta calle conduce a la Plaza de la Encina, tradicional lugar de transacciones comerciales. En ella se levanta la Basílica de la Encina, uno de los edificios religiosos más destacados de la ciudad. El templo fue construido en estilo renacentista en 1573, mientras que su torre barroca es posterior, de 1614. En el interior, además de la talla de la Virgen de la Encina, pueden contemplarse algunos retablos, de entre los que sobresale el del altar Mayor, realizado por Mateo Flores en el siglo XVII. En la parte baja del casco antiguo aparece el Hospital de la Reina, y la iglesia barroca de San Andrés, que alberga un Cristo de los Templarios.
Basílica de la Encina |
Merece la pena acercarse hasta el Museo del Bierzo, ubicado en la Calle del Reloj, en el edificio de la antigua cárcel. Sus instalaciones permiten un acercamiento al legado histórico de Ponferrada y su comarca a través de objetos, herramientas y diversas obras de arte.
Ayuntamiento de Ponferrada |
En las afueras, Ponferrada conserva otra de sus joyas arquitectónicas. Se trata de la Iglesia de Santo Tomás de las Ollas, templo mozárabe construido en el siglo X, con planta rectangular y portada románica (s. XII). Destaca en su interior su Capilla Mayor, original conjunto formado por nueve arcos de herradura rematado en la parte superior por un polígono irregular de once lados.
MONTES DE VALDUEZA Y VALLE DEL SILENCIO
Los alrededores de Ponferrada permiten conocer otros lugares de interés. Uno de ellos es el bonito pueblo de Peñalba de Santiago. Desde Ponferrada tomamos la carretera LE 161 que termina en Peñalba de Santiago; son 19 km por un trazado estrecho y sinuoso, parando cuando te cruzas con otro vehículo, pero con la belleza de una carretera de montaña, entre grandes robles y castaños, siguiendo el curso del Río Oza que da nombre al valle.
Peñalba de Santiago es Conjunto Historico-Artistico Nacional desde 1976. Se encuentra en la cabecera del Oza y bajo la Peña Alba. Es un precioso pueblo de montaña a 1.100 m de altitud, formando un conjunto armónico de casas de piedra con balcones y corredores de madera, con tejados de lascas de pizarra, amontonadas en torno a la iglesia, escalonadas siguiendo la pendiente de la montaña… En definitiva, un modelo de arquitectura tradicional muy bien conservada donde las casas de nueva construcción han sido respetuosas con la tradición arquitectónica.
En el centro del pueblo está la iglesia mozárabe del siglo X, resto de un monasterio fundado por San Genadio. Construida con lajas de piedra y mampostería, formada por una sola nave dividida en dos cuerpos separados mediante sendos arcos de herradura. Su sencillez y la pureza de sus líneas asombra.
La parte más llamativa es la entrada sur, de doble arcada en herradura que se sustenta sobre tres columnas de mármol rematadas con capiteles mozárabes.
Muy cerca de Peñalba de Santiago se encuentra San Pedro de Montes, que conserva otra impresionante iglesia y las ruinas de su monasterio. Su construcción se remonta al siglo VII, si bien fue remodelado en varias ocasiones. Fue junto con el Monasterio de Santa María de Carracedo, el más poderoso de los monasterios en cuanto a dominios de la comarca. Hoy día solo se conservan ruinas y la iglesia del Monasterio debido a un incendio en el siglo XIX, la Desamortización de Mendizabal y la desatención de las autoridades patrimoniales. Posee planta basilical, con tres naves y conserva en su interior varios retablos e imágenes. Destaca la iglesia monacal, románica con posteriores añadidos dieciochescos.
Existe la posibilidad de realizar rutas a pie por esta zona, admirando así las hermosas vistas que nos presenta este valle, y disfrutando de su tranquilidad.
VILLAFRANCA DEL BIERZO
Es la última localidad de importancia que atraviesa el Camino de Santiago por tierras leonesas. Su nutrido conjunto monumental y su carácter jacobeo la han convertido en importante centro turístico. Además, su casco antiguo está declarado Bien de Interés Cultural, motivo más que suficiente para hacer una parada en el camino y visitar sus calles; la plaza Mayor, el Ayuntamiento, la calle del Agua con el arco en el que desemboca y sus mansiones, entre las que sobresalen una morisca del siglo XV, el convento de las Agustinas Recoletas y otros palacios, forman el eje turístico de la villa.
A la entrada de la localidad se sitúa la iglesia románica de Santiago, que data del siglo XII. En uno de sus laterales se descubre la Puerta del Perdón, donde obtenían el jubileo los peregrinos que, por enfermedad, no podían continuar hasta Santiago de Compostela. Cerca de esta iglesia se localiza el Castillo-Palacio de los Marqueses de Villafranca. Aunque para contemplar residencias palaciegas nada mejor que dirigirse a la calle del Agua: entre escudos y blasones, aparecen algunos edificios emblemáticos de Villafranca del Bierzo como el Palacio de Torquemada, la Casa Morisca o la casa natal del escritor Gil y Carrasco. A la lista de monumentos para visitar también hay que añadir, entre otros, la colegiata gótica de Santa María, del gótico tardío y original de Gil de Hontañón, el convento barroco de San Nicolás el Real, los conventos de la Anunciada y de San José, fundados en el siglo XVII, o la Iglesia de San Francisco, que cuenta con un bello artesonado mudéjar. La Travesía de San Nicolás nos llevará hasta el Museo de Ciencias Naturales, si os apetece visitarlo debéis concertar la visita con anterioridad. A sólo unos pasos está el Jardín de la Alameda, un precioso jardín romántico de finales del siglo XIX cuya fuente central fue traída desde el Monasterio de Santa María de Carracedo. Continuando por la calle del Viaducto llegaremos al Puente medieval sobre el Burbia.
Colegiata de Santa María |
En Villafranca del Bierzo podremos degustar la rica gastronomía del Bierzo, truchas, embutidos, empanada, pimientos, castañas y el cada vez más conocido y apreciado botillo, y un buen lugar para hacerlo son las bodegas de la calle del Agua, en las cuales también podremos catar los vinos de la zona, bajo la denominación de vinos del Bierzo.
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