Acogedora
tierra de contrastes y colores, aromas y especias, Túnez nos invita a disfrutar
de sus bellezas naturales, ciudades antiguas, animados festivales y la cálida
amabilidad de su gente.
Bañada por el
Mediterráneo, Túnez ha sido como una esponja, bebiendo de la influencia
de otras culturas y pueblos, como los griegos, los romanos, los genoveses o los
franceses. Esa simbiosis se plasma en ese conglomerado de sensaciones que forma
el país, cuya costa norte está a apenas 150 de Sicilia.
Acogiendo con
beneplácito los visitantes a sus orillas Túnez ha sido durante mucho tiempo una
tradición tunecina y una impresionante infraestructura de hoteles modernos,
restaurantes, aeropuertos internacionales, oficinas de turismo y centros de
información que se ha desarrollado para añadir a nuestros huéspedes el confort
y el placer. Muestra de ello encontramos las poblaciones costeras de Hammamet, Port El Kantaoui, Sousse o Monastir, que se llevan la mayor parte del turismo del país gracias a sus bonitas playas e infraestructuras hoteleras.
Pero Túnez
tiene mucho más que turismo de playa, y mostrar estos encantos es la finalidad de este artículo. Los colores, los olores, los sabores de muchas civilizaciones han
dejado su huella en este territorio. Cada piedra tiene su escultor, legendarias todas ellas desde
las que alzan el anfiteatro del Djem, o las ruinas de la antigua Sbeitla. La ciudad santa de Kairouan, o la ciudad de Tozeur, con sus hermosas casas construidas en una disposición típica a base de piedra cocida, tienen una gran esencia escondida en sus calles y medinas. Y para finalizar el recorrido, la región de Matmata con sus casas trogloditas, y la localidad de Douz, nos muestran la parte más inhóspita de Túnez, la entrada al desierto del Sáhara, en donde el Sol y la arena se convertirán en nuestros únicos compañeros de viaje.
VISITA POR LOS LUGARES DE INTERÉS
KAIROUAN
La
ciudad de Kairouan está situada en el centro de Túnez, a unos 150 km al sur de
la capital. Es la cuarta
ciudad más santa de la fe musulmana, y en consecuencia, un destino muy
importante para la peregrinación religiosa del Islam. Muchos musulmanes la
consideran la ciudad más santa del Magreb y la cuarta
del Islam después de la Meca, Fez y Jerusalén. Se considera
que ir siete veces a Kairouán equivalen a una visita a la Meca para todo
musulmán.
Fundada por los conquistadores árabes en el siglo
VII, la ciudad se
estableció para ser una especie de granero o “despensa” árabe en el año 670
d.C., tan sólo 50 años después de la muerte del profeta Mahoma.
La ciudad
rápidamente asumió una primordial importancia en la conversión islámica del
norte de África, siendo una de las siete ciudades sagradas del Islam y la
principal en el Magreb. Su mezquita es la más antigua del norte de África,
construida en las primeras décadas del Islam.
Kairuán
es una ciudad con historia donde los paseos por sus calles, las murallas,
los zocos o los edificios religiosos cautivan de una manera rápida al
visitante.Desde 1988, la ciudad es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.
Las
murallas son del año 1052 y en la Medina que es el antiguo distrito musulmán
hay numerosas mezquitas así como tiendas y cafés. Para entrar en La Medina se puede hacer por la
Puerta de los Mártires del año 1772 en la que se puede apreciar
una arquitectura de estilo bizantino.
Entre
las mezquitas más conocidas se encuentra la Gran Mezquita de
Kairuán
del año 671 con más de 400 columnas que sustentan sus techos en su sala
de oración y en su interior un patio rodeado de innumerables arcos con un reloj
de sol. Desde el exterior, el visitante podrá observar que la mezquita parece
más una fortaleza que un edificio religioso.
Las
tumbas
a la entrada de la mezquita datan del siglo XII y son impresionantes por sus
formas y el impactante color blanco. No podéis olvidar visitar el Museo de la Mezquita, un edificio situado
junto enfrente de ésta, donde se muestran distintos objetos como manuscritos,
cerámicas, planos…
La Gran Mezquita está rodeada de una Medina muy pintoresca donde además hay muchos pequeños comercios y tiendas, … lugares para tomar algo, etc. ciertamente muy enfocado al “visitante” pero igualmente bonito y auténtico.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjnZ-Rq1O0i94kfiOpH8BRnI8wHG1mNffOlMlvWqMMdILBJQqJC9xOUXHnrRREkKVVImtROukeMj1LH4VbGWqn9zBvsZVHG8tkehR4P-LAZm3KUlrcZyj-qYEqw6zfev6kwwMN9SL8n-Aky/s320/Tunez+%252880%2529.jpg)
El mausoleo se
construyó en el siglo
VII, ampliado en el siglo XVII y restaurado en los siglos XVIII y XIX. Este
complejo de habitaciones está decorado con magníficas cerámicas de Nabeul y
paneles de estuco en estilo morisco-español similares a los de la Alhambra de
Granada.
También se puede visitar la Zauia de Sidi Amor
Abbada,
conocida como Mezquita de los Sables donde se guardan los restos de un santo y
su máximo atractivo son sus cinco cúpulas y la muralla.
Una visita imprescindible en Kairuán es recorrer sus zocos que datan del siglo XIII, donde se puede adquirir una artesanía muy variada como cerámicas, tapices, alfombras, cuero., joyas… Dentro del zoco del cuero se encuentra uno de los edificios más antiguos de la ciudad, la Mezquita Jama Tleta Bibane o de las Tres Puertas, que, aunque el interior no es accesible de ninguna manera por los turistas, su fachada y exterior de diseño árabe clásico merece mucho la pena
Una visita imprescindible en Kairuán es recorrer sus zocos que datan del siglo XIII, donde se puede adquirir una artesanía muy variada como cerámicas, tapices, alfombras, cuero., joyas… Dentro del zoco del cuero se encuentra uno de los edificios más antiguos de la ciudad, la Mezquita Jama Tleta Bibane o de las Tres Puertas, que, aunque el interior no es accesible de ninguna manera por los turistas, su fachada y exterior de diseño árabe clásico merece mucho la pena
EL DJEM
En
1979 la Unesco
otorgó el sello de Patrimonio de la Humanidad a una de las joyas
arqueológicas de Tunez y de todo el norte de África.
SBEITLA
Los chott, son
característicos por la ausencia de cualquier tipo de vegetación siendo
depresiones salinas que por la mezcla la sal con el barro y la arena
forman un suelo arcilloso donde el agua emerge en algunas zonas, produciendo la
sensación de tratarse de un mar. Chott El Djerid o Lago Salado del Djerid es el más grande de todos y se extiende al norte del Sáhara, desde la región de Gabes hasta Argelia, dividiendo la zona tunecina en dos partes.
Rodeada de doradas dunas el paisaje es
sencillamente mágico, esta villa conserva tradiciones ancestrales como su
mercado en el que se pueden adquirir originales calcetines de lana de cabra o
sus artesanías en piel de camello y los jueves se puede contemplar el
bullicioso ambiente que resulta de la venta de camellos. No existen muchos
lugares que visitar pero sí ofrece la sensación de merodear por un pueblo mediador entre
nómadas y habitantes del oasis. La ancha plaza de Souk, con sus arcadas,
nos transporta años atrás . Precisamente en esta localidad se cria una raza de perros que le llaman
"SLOUGGUI". Estos perros muy flacos, que a primera vista dan lastima
por su apariencia de distroficos frecuentemente resultan ganadores en las
"carreras " ya que son capaces de desarrollar una velocidad
fenomenal.
Al dejar el
desierto a la derecha, retomamos la dirección de la costa camino arriba hacia
las mesetas desérticas repletas de valles profundos en cuyas laderas cuelgan,
casi desesperados, algunos pueblos bereberes como Toujane, donde los niños de
ojos verdes y dorados nos ofrecen racimos de menta silvestre y cristales de
roca que destellan en su ganga de roca ocre.
Al norte, los
valles se suavizan y la tierra roja se ahueca con viviendas trogloditas en
torno a Matmata y su extraño decorado, famoso gracias a su aparición en varias
escenas de la película de Star Wars, que mezcla casas tradicionales, capillas
de morabitos y pozos elaborados cuyos umbríos pasillos conducen a una red de
habitaciones y salas excavadas en el subsuelo.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhRqRIoxxacDOkhyphenhyphenDVuvS9V-AmmlKcu-6kUuDl5TQI6hyphenhyphenw29NZTuqrIUTHMGrNEdMBU0D5RC-6l1PNLMxy0qX2Iw6ijl2rlp-Bl6UwSFyXPD_RucYzVRQvNnj7jJo26AaXE6qClRTcFLZet/s320/DJEM.jpg)
Thysdrus fue el primer
asentamiento púnico sobre el que posteriormente los romanos fijaron su colonia.
El Djem se convirtió en una próspera región agrícola romana gracias a la
producción de aceite de oliva y de trigo, viviendo un crecimiento demográfico
importante a partir del siglo II a.C. La llegada de comerciantes que
gestionaban el boyante negocio comercial permitió que lujosas villas de
patricios se edificasen siguiendo el estilo romano del Imperio, con pavimentos
de mosaicos que se han encontrado. La vida pública de está élite también exigía
nuevos espacios públicos de ocio, entre ellos el anfiteatro.
La obra fue posible
gracias al proconsul Gordiano, que en el 238 d. C. durante el breve mandato del
emperador Maximinio el Tracio.
Pese a haber sufrido
el desgaste del tiempo, el anfiteatro se encuentra en gran estado de conservación, siendo uno de los pocos en los cuales todavía podemos pisar su arena. Con una forma elíptica y tres pisos de altura, mide 149 metros de largo, 124 metros de ancho y 36 metros
de alto, siendo el segundo o tercero en tamaño tras el Coliseo de Roma y el de Capua, y con una capacidad estimada en 30000 espectadores.
La arena mide
65 metros de largo. En su subsuelo se cruzan dos galerías abovedadas que comunican
con el exterior. La galería grande estaba rodeada por 16 salas abovedadas en
las que debían permanecer encerradas las fieras.
Hoy
en día el Djem parece un bastión del pasado ya que la población es mucho menor,
y la otrora ciudad romana que gestionaba olivares en miles y miles de
hectáreas, es hoy una ciudad de casas bajas donde el anfiteatro sigue
capitalizando eso si, la vida del Djem.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiiYcRkQWmiJPbCT1JjfJif5khiD5tjO69BopAv-dV_PNNgpoaWK-4QpLim3HpZ4yx12kcRyCbWJk7xngaB4Bprv0lfotIj4ANuMPeXS1K9WhKkExuvvZNstSzJGEYCCalgV4eTTWV6XtSW/s320/Tunez+%252863%2529.jpg)
El mito y la
historia garantizan la celebridad de Sufetula. En la actualidad, Sbeitla es una
de las "villas de oro" del África romano-bizantina, y sus basílicas
cristianas se encuentran entre las más notables del norte de África.
En la entrada
oriental de la ciudad se edificó un arco de triunfo que sigue en pie y está
dominado por los tres templos del capitolio, centro religioso. En el corazón de
la ciudad se erige el foro, centro político, judicial y comercial.
En el límite
occidental de las ruinas se encuentra el edificio de las Cuatro Estaciones. Al
sureste se sitúan las grandes termas públicas, un teatro en ruinas y el
puente-acueducto con tres arcos.
TOZEUR
Tozeur es la ciudad más
importante del sur de Túnez, cercana a la frontera con Argelia y punto
indispensable de una ruta por el sur, con el objetivo de llegar hasta el
desierto del Sáhara. Ubicada en el centro de uno de los oasis más famosos del mundo, su palmeral produce la mayor
parte de los dátiles que se exportan al extranjero, siendo especialmente
apreciados los de la variedad “deglat en nur”.
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Oasis de Tozeur |
El
punto más visitado de la ciudad es el palmeral de Tozeur, cuya extensión
(8.000 hectáreas) y número de palmeras (300 mil) abruma . Los dátiles que
producen, deglet nour: “dedos de luz”, son el producto estrella , y
la forma de conocer más sobre la historia y producción de esta industria
natural es una ruta en caballo con un carro. Durante el recorrido el guía nos
explica cosas curiosas como el sistema manual por el cual se poliniza de forma
manual cada palmera. Este arduo trabajo lo realizan trabajadores que se
encaraman a las palmeras con suma habilidad. En el centro de interpretación y
ecomuseo de Eden Palm
se explica con paneles informativos todo el mundo que rodea el palmeral y los
dátiles. Sorprende ver el sencillo pero al mismo tiempo sofisticado y eficaz
sistema de regadío del palmeral creado por el matemático Ibn Chabbat en el
siglo XIII, que con 200 fuentes permite conservar la frondosidad del oasis en
medio del desierto.
La
curiosa arquitectura de ladrillo adorna todos los edificios de la antigua Medina, un estilo único en Tozeur y Nefta, que los ordena formando dibujos
geométricos que podemos apreciar en la mezquita El-Ferdous. El minarete de la
mezquita sirve de faro para ubicarse en la ciudad ya que su altura lo convierte
en el edificio más alto de Tozeur y sólo los musulmanes pueden visitarlo por
dentro.
En el barrio de Ouled Hadef se encuentra la Medina y el centro histórico más antiguo de Tozeur, formado por un laberíntico entramado de calles con casas adosadas que resguardan del poderoso sol y calor. Las zaouias funcionan como pequeñas plazas que distribuyen las viviendas que sin diferenciarse entre viejas o nuevas siguen el estilo de fachadas revestidas con ladrillos dispuestos en forma geométrica. La coherencia del color ocre de los ladrillos y de las formas geométricas crea un ambiente armónico en el que el viajero a veces es incapaz de orientarse ante tantas casas similares.
A las afueras de la ciudad
está el centro de producción de los ladrillos, que podemos visitar para
comprender la forma manual y artesanal de fabricación.
CHOTT EL DJERID
La carretera de
Tozeur a Kebili, en el suroeste de Túnez, cruza un enorme lago de sal llamado Chott El Djerid. Es un viaje espectacular a través de una única carretera
rodeada por un mar de sal que se extiende hasta el infinito.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhNW15upa-obeURxhyphenhyphenHe2Pdl7G1FyfpK1JEevlrNwpv1bUl4kxmr8nSTW25tAKo3nRxRB2PVDgLxTuD1BNyzGOuUHlF19WnvVB0fs2L4aAuIvRHP7mhUKkduEsBDeGv-__-rqVfTsoO-tzK/s320/Tunez+-+Chott.jpg)
En esta zona los
espejismos son muy comunes, sobre todo cuando la temperatura sobrepasa los 30
grados, pudiendo llegar a verse desde una caravana de camellos hasta incluso un
oasis o un pozo con agua.
Este lago se
encuentra a unos 20 metros sobre el nivel del mar. Durante el recorrido por
este Chot se pueden ver los canales que bordean la carretera, mostrando la
diversidad de colores del agua que van desde el rojo al blanco, azul o verde
entre otros, así como el lugar donde hace años broto un manantial que provoco
el hundimiento de parte del mismo.
DOUZ
Al final de
la carretera rectilínea que corta en dos, de norte a sur, el Chott el Jerid, la
pequeña ciudad de Douz forma frontera con el Sahara tunecino, contra el cual
intenta luchar para no ser absorbida por sus dunas movedizas.
Douz es la antesala al desierto. El último oasis antes de la larga
marcha al desierto para todavía algunos beduinos que viven la ancestral
costumbre nómada.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg5HRIc9ao2tISXPUF1fJRaZP-REqHV6YdAgBaGn3BVd9A4BIXgjQsnH2P9y_EcidgU4KxMPWBfvSZI_bZp2Eze238dpiB1-l9WmlTHGZ3B8dl5uktUXz-A_egSLt5ZhAd2xAz344q7bxXg/s320/En-Douz-encontraremos-la-Puerta-del-Sa%25CC%2581hara-que-nos-dara%25CC%2581-acceso-al-inmenso-desierto.jpg)
Cuando la última palmera emerge de la arena, una puerta blanca, sencilla y
sin demasiados ornamentos, da paso al desierto del Sahara. Y, como si de un
faro se tratara, recibe a los navegantes que surcan las olas de arena del
desierto.
Desde aquí
se pueden realizar travesías de una o incluso varias noches por el desierto con
mantas y comida para proveerse durante el camino. Una noche en el desierto
puede dar la idea de lo que significa el Sahara pero, si se dispone de tiempo,
es mucho más recomendable pasarse unas cuantas más para llegar al desierto soñado de
grandes dunas y arena blanca.
Para recorrer por las
dunas de arenas se necesita un buen medio de transporte. Y aqui para esto no
hay nada mejor que los asi llamados "barcos del desierto", o sea
camellos que se ven en grandes cantidades. Son casi tantos como los turistas que están locos por montarlos. Aunque no nos dejaran montar a un camello asi
de facil, ya que hace falta cierta preparacion previa. Para comenzar le entregan una
amplia camisa a rayas, le enredan en la cabeza algo parecido a un turbante y
solo despues le permitiran acercarse al dromedario, camello de una giba. El camello es un animal caprichoso y puede
agacharse en el momento menos esperado y sin previo aviso. Por esto uno debe
agarrarse fuertemente con ambas manos a la montadura, rapidamente recoger las
piernas y "pegarse" al camello, si no quieren llevarse un susto.
MATMATA
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjzstCd0eWXZZ4TfwV7PQqHE2nGLaFoY8hAJg0cILIpbPfAyP3pWnTVDZQZVmqo1UITkMwrYMHabw1idywx357OZ4hK-ZqkYkekBESSJft1K44znO6PBnQsMKb8uO-MWkOrnd-k62zXUsg0/s320/Tunez+%252842%2529.jpg)
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjFlPFHG-UAF9oneAGLkGd3IGUVdyZo9KBcwhWy3GX_7aYRttEOb-fJq8hof768J05FIa0XjDYNE_xSKWsbKYLdSQQEhIYHwUqBTrvMUz9_jZZGhSOVtj_JTHJCY1nWY6AmEl6gC6N6Lnn4/s320/sidi-driss-tunez-star-wars_gallery_a.jpg)
El origen de este extraordinario lugar no
se conoce, excepto por relatos pasados de generación en generación. Uno de
estos relatos dice que las casas subterráneas fueron construidas por primera
vez en la época romana, después de una de las guerras Púnicas. Los habitantes
de la región tuvieron que abandonar sus hogares y cavar cuevas bajo tierra para
esconderse de los invasores, dejando sus refugios subterráneos en la noche para
atacar a los invasores. Un mito se erigió en esos días, diciendo que los
monstruos emergían de debajo de la tierra y mataban a los usurpadores de
tierras. En cualquier caso, los asentamientos subterráneos permanecieron ocultos
en esta zona hostil durante siglos, no teniendo conocimiento de su existencia
hasta 1967.
Sus habitantes, en su
mayoría beréberes, han construido las viviendas bajo tierra, excavando la arena
arcillosa buscando temperaturas más agradables y constantes. Las cuevas se
disponen en círculo alrededor de un foso, con una profundidad de 10 metros de
fondo, y otros tantos de diámetro, a través del cual posteriormente se van
creando cuevas artificiales a modo de estancias
principales de la vivienda. Algunas viviendas están interconectadas entre sí,
otras tienen acceso a los caminos, y en algunas sólo se puede acceder desde el
patio interior por cuerda o escaleras hechas de cuerdas.
Tiempos atrás, cuando
un hombre joven se casaba, se reunía la familia completa y todos ayudaban a
cavar un nuevo hueco en la arena y construían así la casa a la nueva pareja de jóvenes".
En las puertas hay
dibujos de peces, huellas de la mano de Fátima, símbolos que protegen al hogar
de maleficios y atraen la buena suerte.
El reciente turismo
ha originado una fuente de recursos, con lo que los matmatís enseñan sus
viviendas y aprovechan para mostrar sus originales artesanías.