Paisajes y acantilados espectaculares de referencia geológica internacional caracterizan los ocho kilómetros de costa que separan Deba y Zumaia, zona declarada biotopo protegido.
Los espectaculares acantilados de la costa occidental de Guipúzcoa esconden un singular tesoro natural: millones de años de historia geológica escritos en sucesivos estratos rocosos que, a causa de la acción continua del mar, han quedado al descubierto.
Lo más llamativo y espectacular de los flysch entre Mutriku, Deba y Zumaia, es la forma cómo estos se internan hasta trescientos metros en las aguas, a modo de un gran costillar.
A veces, en los acantilados, como sucede en Mendata y Sakoneta, los estratos originalmente horizontales, se muestran en posición vertical. Ello es debido a los poderosos movimientos internos de la tierra durante el período Cretácico. En estos estratos se pueden observar huellas fósiles de ammonites y otros invertebrados producidas durante la formación del flysch.
Acantilado de Sakoneta |
La rasa mareal o flysch entre Mutriku, Deba y Zumaia es muy rica desde el punto de vista biológico. La flora marina está representada por interesantes y muy diversas especies de algas. El mundo animal está representado por infinidad de especies que viven adheridas a las rocas. Coincidiendo con la bajamar, las cubetas o pozos formados en el flysch acogen a una gran diversidad de fauna marina.
Merece la pena descubrir sus numerosos encantos a través del completo calendario de rutas guiadas organizadas por tierra y mar entre Deba y Mutriku, que incluye paseos en kayak y avistamiento de cetáceos.
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