Ir al contenido principal

CERDEÑA II - GOLFO DE OROSEI

  En el centro de la costa oriental de Cerdeña encontramos el Golfo de Orosei, que se extiende en forma de media luna entre los lugares de Punta Nera, al norte, y el Cabo de Monte Santo, al sur. 

  El mar cristalino del Golfo de Orosei y sus prácticamente vírgenes montañas del Supramonte con su espléndido paisaje son su mayor atractivo, haciendo que las playas que se encuentran a sus pies se muestren como las más bellas e inaccesibles de toda Cerdeña. Por ello, para llegar hasta sus arenales, será casi imprescindible tomar un barco que nos lleve por la costa, pues la montaña que la protege nos obligará a realizar complejas y largas travesías a pie.

  Tanto si vamos a hacer senderismo como si vamos a tomar un barco, deberemos dirigirnos primeramente hasta la Cala Gonone, la facción marina de Dorgali, población situada en el interior. Desde su puerto parten los traghetti, que durante gran parte del año navegan a lo largo del Golfo Orosei recorriendo sus escarpadas costas.

  Para los más aventureros, la opción de caminar nos lleva hasta la cercana Cala Fuili, donde podremos aparcar e iniciar nuestra ruta. Rodeados de vegetación mediterránea, podremos ir viendo la mar turquesa desde algunos puntos de la ruta. Llegaremos a una de las calas más bonitas y fotografiadas de Cerdeña, cala Luna donde nos adentraremos un poco por la codula di Luna para contemplar las paredes del barranco que dan salida al mar. Paisaje virgen, de paredes de caliza y frondosa vegetación que enmarca un mundo aún no explotado.

  Existen también recorridos y excursiones organizadas que nos llevarán hasta puntos más distantes como por ejemplo la espectacular Cala Goloritze, si bien debemos consultar las distintas opciones pues parten ya desde otras localizaciones. 
  El barco es sin duda la atracción principal en el Golfo de Orosei, y son varias las opciones a elegir para realizar este trayecto. La más económica (unos 10 euros por persona) sería escoger la ruta ida y vuelta a Cala Luna, teniendo varios horarios de ida y vuelta, para que podamos pasar el rato que nos apetezca en esta impresionante playa, así como la posibilidad añadida de visitar la Cueva del Bue Marino. También muy recomendable, sobretodo si vamos con amigos, es alquilarse por unos 100 euros una zódiac todo el día, y así poder ver a nuestro aire el Golfo y sus constantes sucesiones de formaciones rocosas, arcos, grutas, farallones y como no, playas espectaculares. 

Gruta del Bue Marino
  Si lo que realmente queremos es ver todo el Golfo de Orosei y no preocuparnos de los horarios, podemos elegir el crucero que sale por la mañana, a las 11 y 12 hrs., regresando sobre las 17 de la tarde, y visitando así las playas más bonitas del lugar. La excursión comienza en el puerto de Cala Gonone en donde nos subimos al traghetti e iniciamos la marcha. Después de pasar la playa de Cala Fuili el primer espectáculo que encontramos surcando el mar son las dos grandes bóvedas de roca, entrada a la Gruta del Bue Marino, donde los traghetti paran para entrar a pie en la gruta. 

  Su nombre proviene del sardo, y hace referencia a la foca monje, el simpático mamífero que históricamente habitaba toda la costa y se refugiaba en las frescas y oscuras cavidades de la cueva, si bien desde 1976 no se ha divisado ninguna en las proximidades. A lo largo de unos 700 metros de profundidad y hasta el fondo de la gruta que acaba en un sifón, se suceden las formaciones de estalagmitas, existiendo además un lago salado de 1 km de superficie, y numerosos fósiles. La visita concluye en el arenal conocido como la playa de las focas, un gigantesco salón donde las focas guardaban a sus crías. La cueva aún se sumerge en las entrañas de la tierra, pero sólo los espeolólogos buceadores más expertos han podido introducirse más adentro, y de hecho se desconoce su profundidad exacta. 
Cala Luna
  Retomando el crucero en nuestro traguetti, inmediatamente después está la playa de Cala Luna, con sus cavernas que asemejan un corredor de arcos bordeando la playa, y que junto a los acantilados del macizo rocoso de Su Masongiu parecen un teatro con el escenario del mar azulado.  

  Superando la punta Lastroni, la pared vertical cae a plomo hasta la siguientes playas y calas, cada cual más singular: Cala Sisine, Cala Biriola, Cala Mariolu, Cala Goloritzè y Cala dei Gabbiani, que guardan además de nidos de halcones, inmensos bosques y senderos semi ocultos de las vías que llegaban hasta el mar donde los veleros recogían las cargas de madera y carbón.
Cala Goloritze
  Sin duda el esnorquel y el buceo se presentan como las principales actividades acuáticas que podremos realizar en nuestras excursiones, pues la transparencia de sus aguas nos permitirán observar el exquisito fondo marino sin ninguna complicación. También existen opciones para aquellos más atrevidos que gusten de la espeleología o escalada, ya que sus verticales acantilados calcáreos forman a su vez hermosas cuevas que descubrir. Podremos también contratar excursiones de aventura para 
descubrir la naturaleza del territorio como trekking, ala delta, parapente, mountain bike, equitación, kayak, descenso de cañones, entre otros.

  En Cala Gonone también es recomendable la visita al acuario, uno de los más grandes del centro sur de Italia (Via La Favorita). En sus tanques veremos especies locales, además de conocer la labor por la preservación marina que desempeñan.

  Muy hay otros puntos de interés como el poblado nurágico de Tíscali, las gargantas de Gorropu, el recinto arqueológico de Serra Orios, el lago Cedrino donde podemos hacer kayak, o el Nuraghe Mannu al que accedemos cuando ascendemos desde Dorgali a Cala Gonone por la carretera de curvas.

VISITA TAMBIÉN:

Entradas populares de este blog

LAS 10 MEJORES RUTAS MOTERAS DE VALENCIA

 Valencia es una tierra idílica para los  amantes de las rutas moteras . Tanto es así que cuenta con un templo dedicado a esta disciplina,  el Circuito de Cheste.     La bondad de su clima mediterráneo permite disfrutar de las dos ruedas en condiciones óptimas prácticamente durante todo el año.    Además, cuenta con un relieve de  gran diversidad paisajística que  garantiza animadas curvas de montaña, o relajantes paseos por la costa para sentir la brisa marina.    Por ello, son muchas y muy variadas las opciones disponibles en las carreteras de la comunidad valenciana a la hora de realizar una buena ruta motera.    En este artículo se proponen algunos recorridos de interés por la orografía valenciana, en su mayoría circulares, que discurren por carreteras nacionales y autonómicas. Rutas confeccionadas para todo tipo de motocicletas de asfalto, y diseñadas para disfrutar de los bonitos paisajes de interior q...

ROUTE 550 - UN PASEO POR LA COSTA DE GALICIA

  Situada en la provincia de A Coruña, la carretera AC-550 discurre sinuosa desde la localidad de Ribeira hasta Cee. Con un espectacular final en el faro de Finisterre, fin del mundo conocido para los antiguos romanos, esta ruta nos lleva por uno de los tramos más bonitos del litoral gallego, mostrándonos algunos de los grandes tesoros naturales e históricos de Galicia, entre los que destacan El Parque Natural de las Dunas de Corrubedo, el Castro de Baroña, o la cascada del río Xallas.   Nuestra ruta comienza en Ribeira, situada en el extremo de la península del Barbanza.  Posee una población cercana a los 28.000 habitantes y constituye uno de los principales puertos pesqueros del litoral gallego. Justo en el puerto pesquero comienza la AC-550 que desde aqui se dirige por la Avenida del Ferrol hasta la salida de la ciudad en que encontramos el parque de San Roque, lugar de esparcimiento, museo arqueológico, y principal mirador de la ciudad.   E...

LA COSTA BRAVA

  Situada en la provincia de Gerona, la Costa Brava discurre serpenteante d esde Blanes hasta Portbou, dentro de  las comarcas catalanas del Alto Ampurdán, el Bajo Ampurdán y La Selva.  Limitando al norte con la Costa Vermella francesa y al sur con la Costa del Maresme, esta zona  tiene una temperatura media anual de 17ºC, lluvias moderadas y 2500 horas de sol al año.   Su nombre no podía estar mejor pensado: abruptos acantilados, vegetación salvaje que prácticamente se adentra en el mar e infinitas playas y calas de arena dorada a lo largo de sus 214 kilómetros de costa, convierten esta zona del litoral catalán en un ejemplo único de cómo la bravura de la naturaleza dibuja el paisaje a su antojo.  Todo ello sin olvidarnos del carácter mediterráneo de poblaciones como Cadaqués o Calella de Palafrugell.   Hasta la llegada de la economía del turismo, muchas de las localidades de la región costera eran pequeños p...