Situado en el noreste de Italia, el Véneto se extiende desde los Dolomitas hasta el Mar Adriático, atravesando una amplia franja de colinas y llanuras marcadas por ríos, canales y el delta del Po. Una región con mil caras que conserva en su territorio tesoros naturales, arte y tradiciones.
La historia de la región de Veneto no sería la misma sin la creación de la República de Venecia, cuyos casi mil años de historia formaron una sociedad emprendedora, que dominó el Mediterráneo e hizo de Venecia encrucijada del comercio de los productos más exóticos que llegaban de Oriente. La historia de sus marineros, de sus mercaderes, de sus exploradores como el mismo Marco Polo dicen mucho del espíritu evocador de Venecia. Sin ese esfuerzo por convertir la república veneciana en crisol del comercio, habría sido improbable que llegase el capital necesario para que los mecenas de la Edad Media dotaran de recursos a los artistas que han dejado huella en la arquitectura y pintura de las ciudades del Veneto. Giotto, Tommaso da Modena, Donatello, Altichiero, Giusto de Menabuoi, Antonello da Messina, Pisanello, Bellini, Carpaccio, Giorgione, Palladio, Ticiano, Tintoretto, Veronés, Canaletto por destacar algunos estuvieron a la orden de los más pudientes.
Vista de los montes Dolomitas |
Es un mundo ideal para los amantes del esquí, a quienes se les ofrecen kilómetros de pistas e instalaciones muy bien equipadas, como Cortina, la perla de los Dolomitas, que es uno de los lugares de montaña más famosos del mundo para transcurrir unas vacaciones estivas o invernales.
A este espectacular marco natural se suma un rico patrimonio cultural, que hace de Véneto una tierra de singular encanto; desde la magnífica ciudad artística a las villas de Palladio diseminadas a lo largo de la Riviera del Brenta y una multitud de pequeños pueblos como Arquà Petrarca, Monselice, Asolo, Bassano del Grappa podemos encontrar los aspectos más característicos de esta variada región.
Típica de la costa véneta es su laguna, y justamente sobre esta laguna encontramos una ciudad única en el mundo: Venecia, visitada anualmente por miles de turistas italianos y extranjeros. Reconocida por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad, esta ciudad única evoca el esplendor de la antigua República Marítima de la que fue capital.
Típica de la costa véneta es su laguna, y justamente sobre esta laguna encontramos una ciudad única en el mundo: Venecia, visitada anualmente por miles de turistas italianos y extranjeros. Reconocida por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad, esta ciudad única evoca el esplendor de la antigua República Marítima de la que fue capital.
Vista de la localidad de Burano |
Muy cerca, la costa dorada que se extiende desde Bibione a Cavallino es ideal para pasar unas vacaciones en el mar.
Pequeño y colorido, el pueblo de Chioggia es una pequeña Venecia a apenas 30 kilómetros de la masificada ciudad. Aunque es conocida por su puerto, ha quedado durante los años relegada a un segundo plano a la sombra de su gran vecina. No siempre es justo comparar, y desde luego merece conocer ambas, ya que tanto Venecia como Chioggia tienen su propia identidad.
Vista de la localidad de Chioggia |
El centro histórico de Vicenza, caracterizado por el estilo clásico del arquitecto Andrea Palladio ha ganado el reconocimiento de la Unesco, conjuntamente con las maravillosas mansiones construidas por él, como por ejemplo Villa Capra Valmarana y Villa Poiana, ambas rodeadas de amplios y bellísimos parques. Muchas otras sorpresas ofrece esta región a sus visitantes en Belluno, Treviso y Rovigo. Incluso los pequeños pueblos están llenos de historia y cultura: Asolo, bello burgo medieval; Possagno, con el mausoleo de Canova o las ciudades amuralladas de Cittadella, Monselice, Montagnana y Castelfranco Veneto.
Padua, la ciudad de la cultura por excelencia, ofrece al visitante grandes atractivos, la Basílica de San Antonio, destino privilegiado del turismo religioso, la Capilla Scrovegni decorada con frescos de Giotto que la convierte en una obra de arte inmortal. Su antiquísimo Jardín Botánico, rico en plantas medicinales, también reconocido como Patrimonio de la Humanidad.
Y para el final dejamos una de las joyas del Véneto, el Lago di Garda que se encuentra en los limites de esta región, y nos reservan paisajes de postal llenos de encanto y de lugares tranquilos en los que disfrutar de nuestra familia.
Véneto cuenta con un rico calendario de eventos para no perderse, algunos bien conocidos en todo el mundo como la Bienal y el Carnaval de Venecia, exposiciones y muestras de arte, además de numerosas fiestas religiosas y festivales folklóricos de las localidades más pequeñas.
GASTRONOMIA
Si bien difiere mucho de una provincia a otra, la cocina regional tiene algunos ingredientes en común: el arroz, las verduras y sobre todo la polenta. Esta última, muy apreciada por sus habitantes, se prepara y se come como acompañamiento de platos a base de carne, pescado y queso.
Clásicos son las alubias de Lamon, los espárragos de Bassano del Grappa, el apio de Verona y la achicoria roja de Treviso, que es la princesa de la cocina no sólo de Treviso.
Otra especialidad de esta provincia es la soapa calda, sopa de carne de pichón y pollo. En las áreas alpinas se disfruta de las setas y la carne de corzo, mientras que la meseta de Asiago es conocida por sus quesos.
Risotto di pesce con capestante |
La cocina de la laguna favorece los productos del mar. Entre los platos típicos de la zona se encuentra el risotto di pesce con capesante (arroz con pescado y mariscos), camarones, pulpos, sardinas maceradas en vinagre con cebolla, el bacalao mantecado o a la Vicentina. Una especialidad de Venecia es la anguila (bisato) estofada.
Muchos postres tradicionales como frittelle (buñuelos), zaletti (galletitas), los galani de Carnaval y el pandoro de Verona, que es una celebridad nacional.
Véneto tiene también, una rica producción de vinos tintos y blancos, entre ellos: Amarone della Valpolicella, Breganze Blanco, Bardolino y Soave, por nombrar sólo los más populares. Los vinos dulces encuentran su más alta expresión en el Recioto di Soave; famosos también son sus vinos espumantes, siendo el más conocido el Prosecco de Conegliano-Valdobbiadene.
Para los amantes del buen vino existen las numerosas rutas del vino: desde Bardolino a Pramaggiore; desde Conegliano a cualquier otro pueblo famoso por su producción; aprovechando las paradas de descanso para probar en sus bodegas los excelentes caldos y productos típicos.