Situados estratégicamente en el corazón de Cantabria, a un paso de Santander y de las playas de la costa cántabra, los Valles Pasiegos son un destino turístico que no debemos olvidar en nuestro viaje. El bello entorno natural de los valles de los ríos Pas, Pisueña y Miera esconde un hábitat único que se remonta al siglo XI, cuando los ganaderos trashumantes conocidos como pasiegos llegaron a los valles provenientes de Burgos.
El increíble entorno natural del valle es idóneo para rutas, paseos y excursiones. Las opciones para practicar deportes de aventura son muy variadas, con actividades como la pesca en los pozos salmoneros de Vargas y Puente Viesgo y en el río Pas (truchas), el montañismo, el barranquismo, el senderismo (con un elevadísimo número de rutas), paseos a caballo, rutas en BTT y descenso de canoas.
Como principal visita de interés destaca la Ruta de las Tres Villas Pasiegas, que se desarrolla entre las localidades de San Pedro del Romeral, Vega de Pas y San Roque de Riomiera. Con un estilo de vida pausado y tradicional, testimonio de la historia y cultura pasiegas, las huellas de su pasado todavía están presentes en sus calles, con sus casonas y palacios.
A estas clásicas Tres Villas Pasiegas se han unido otras como Villacarriedo con su palacio de Soñanes, Selaya con sus excelentes sobaos y quesadas, Puente Viesgo con su cueva de arte rupestre y su balneario, y Liérganes por su belleza singular, atractivos rurales de una región cargada de tradiciones y costumbres.
Dentro del Valle del Pas, la arquitectura, en especial la religiosa, adquiere gran importancia en la zona desde el siglo XI cuando se repuebla el lugar a base de monasterios, conservándose hasta hoy grandes muestras de arte románico.
Además, la gastronomía se erige como uno de los grandes atractivos gracias a elaboraciones artesanales como los sobaos pasiegos, los vinos, la miel, los embutidos y los quesos.