Las Médulas están situadas en la comarca de El Bierzo, provincia de León. Considerado paisaje cultural, tiene la denominación de Parque Cultural, y en 1997 ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, calificativo que le ha sido concedido por tratarse de una antigua explotación minera romana, considerada la mayor mina de oro a cielo abierto de todo el Imperio romano.
Aunque la explotación iniciada en el siglo I de nuestra era duró poco más de cien años, la magnitud del impacto sobre el entorno fue brutal, los movimientos de tierras y aguas cambiaron por completo el paisaje y la economía de la zona originando, por ejemplo, el lago de Carrucedo y el de Sumido.
Para la extracción del oro se utilizó el método denominado Ruina montium, que utilizaba gran cantidad de canales, muchos de ellos excavados en rocas que llegaron a alcanzar más de 100 km. de longitud, y llegando a trasvasar agua de los ríos Duero y Sil. Este agua era almacenada en unos depósitos desde los cuales se arrojaba sobre las galerías, previamente construidas en la montaña, produciendo un gran arrastre del conglomerado aurífero, que era conducido hasta el denominado canal de lavado, donde el oro quedaba depositado por su peso.
El sistema hidráulico de las Médulas es el más espectacular de los conocidos, por la cantidad de agua utilizada y la longitud y el gran número de ramificaciones de sus canales. Actualmente se conoce todo este trazado, visitable en parte con la compañía de un guía.
Abandonada la explotación en el siglo III, la vegetación autóctona fue de nuevo adueñándose del lugar: robles, escobas, carqueixas, encinas y carrascas. A la vez se expandió el cultivo del castaño, del que hoy pueden verse numerosos ejemplares en el parque, algunos de ellos catalogados como árboles centenarios. Todo esto dio como resultado el surgimiento de un entorno espectacular caracterizado por las caprichosas formas del terreno, formado por arenas rojizas perfectamente integradas con la vegetación.
Actualmente, en la fauna de la zona destacan el jabalí, el corzo, el gato montés, etc. En cuanto a la avifauna, existen más de cien especies, localizadas sobre todo en la vertiente del río Cabrera. En las proximidades del lago de Carucedo, del que la tradición cuenta que se formó por el estancamiento del agua empleada para la explotación, crece una variedad de orquídea cuya flor simula un abejorro para atraer de esta forma a los insectos y facilitar la polinización.
El sistema hidráulico de las Médulas es el más espectacular de los conocidos, por la cantidad de agua utilizada y la longitud y el gran número de ramificaciones de sus canales. Actualmente se conoce todo este trazado, visitable en parte con la compañía de un guía.
Abandonada la explotación en el siglo III, la vegetación autóctona fue de nuevo adueñándose del lugar: robles, escobas, carqueixas, encinas y carrascas. A la vez se expandió el cultivo del castaño, del que hoy pueden verse numerosos ejemplares en el parque, algunos de ellos catalogados como árboles centenarios. Todo esto dio como resultado el surgimiento de un entorno espectacular caracterizado por las caprichosas formas del terreno, formado por arenas rojizas perfectamente integradas con la vegetación.
Actualmente, en la fauna de la zona destacan el jabalí, el corzo, el gato montés, etc. En cuanto a la avifauna, existen más de cien especies, localizadas sobre todo en la vertiente del río Cabrera. En las proximidades del lago de Carucedo, del que la tradición cuenta que se formó por el estancamiento del agua empleada para la explotación, crece una variedad de orquídea cuya flor simula un abejorro para atraer de esta forma a los insectos y facilitar la polinización.
Se puede iniciar la visitar en el aula arqueológica, donde se encontrará la información necesaria para comprender como funcionó la extracción de oro y como esta mina, junto con las complejas obras de ingeniería para la canalización de agua, cambiaron el paisaje y la vida de las poblaciones cercanas.
RUTA DE LAS MEDULILLAS
Desde el pueblo de Orellán, donde hubo un castro romano, parte una pista hacia el Mirador de Orellán, al que podremos llegar en coche. A partir de ahí el paseo se hará a pie bordeando el monte Placias (1025 m.) hasta el Campo de la Braña, desde donde el camino desciende hacia las excavaciones de las Medulillas en las Cuevas de Reirigo o la Cueva de la Chaira, de más de 250 metros de largo. El camino lleva a la bifurcación de las Pedrices (nombre dado a las piedras de «murias»), desde donde se vuelve al pueblo de Las Médulas.
Vista mirador de Orellán y galería Orellán
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